Menú
Alberto Gómez

No al aborto

La promoción del aborto es una aberración. Apenas se oculta que el aborto se incluye en una agenda eco-planetaria cuyo mas reciente precedente es la noción de Lebensraum de los nazis.

Excepto en los humanos, en las demás especies sociales solo se reproducen los individuos dominantes. Es un mecanismo sencillo para mantener estable la colaboración. Un perro salvaje matará las crías de una hembra no dominante. Por su parte, las abejas detectan y eliminan cualquier huevo que no sea de la reina. La sociedad humana es un caso único en el que todos los individuos tienen derecho a reproducirse. A cambio, en el ser humano, los automatismos sociales de otros animales se sustituyen por los instintos morales, que nos hacen ir en contra de cualquier cosa que debilite la familia, el barrio, la ciudad, la nación. Aunque podemos comprender excepciones particulares, nos repugna naturalmente el asesinato, el robo, nos molesta que la gente se drogue, que sea vaga o que aborte, o que quiera para sí más de lo que aporta. Y eso nos duele más cuanto más cerca. Porque esas conductas debilitan a la sociedad, que es nuestra herramienta de supervivencia por excelencia.

Si, como cualquier otro animal, el cerebro humano y su actividad, la mente humana, han sido diseñados para la supervivencia y la reproducción, entonces el capital que la psicología humana cuenta todas las noches para saber con qué pie levantarse al día siguiente no es el de la cuenta bancaria, ni las posesiones materiales, ni la cantidad de derechos, ni tampoco la ecología, sino la salud propia, la de nuestra descendencia directa e indirecta y la salud de nuestra sociedad. Si perder a un cliente puede llevar a una pequeña empresa a un cambio de estrategia o a cerrar el negocio para no dañar el patrimonio familiar, entonces la muerte de un hijo aun no nacido puede llevar a una profunda depresión, al arrepentimiento o al suicidio, que son las estrategias equivalentes para preservar el capital genético-social que maneja, en lo más profundo, la mente humana.

La depresión sería un estado de postración y reflexión auto-infligida que evita que el individuo vuelva a dañar a su grupo. El suicidio es el abandono al percibir que uno mismo es más una carga que una ayuda. No podemos vivir sin un grupo humano y contribuir a él en ese sentido profundo. Si no encontramos un papel, nos damos de baja en el negocio. La felicidad, por el contrario, es la ausencia de frenos internos cuando nuestra conducta aporta a nuestro patrimonio genético-social gracias a una educación moral adecuada y a que hemos encontrado nuestro sitio.

Con todo esto, es claro que la promoción del aborto es una aberración. Sobre todo cuando es notorio que las mujeres quieren más hijos de los que tienen. Apenas se oculta que el aborto se incluye en una agenda eco-planetaria cuyo mas reciente precedente es la noción de Lebensraum de los nazis, cuando los humanos tenemos toda la energía y la materia del universo como espacio vital. Es una falacia estúpida y primitiva muy anterior a Malthus, que sostiene la Izquierda pero que hiela la sangre oírla de cierta derecha.

En Tecnociencia

    0
    comentarios
    Acceda a los 5 comentarios guardados

    Servicios

    • Radarbot
    • Libro
    • Curso
    • Escultura