Suicido asistido, aborto estimulado y persecución del cristiano son los tres aspectos principales del programa de Zapatero, que tan bien ha captado el columnista del Washington Post para distanciarlo de falsos paralelismos con Obama.
Zapatero fue entrevistado por un periodista norteamericano en su viaje a la Cumbre organizada por el presidente Bush. El fruto del encuentro lo publicó ayer el Washington Post. El entrevistador ha adivinado, al trasluz, las órdenes informuladas, casi una especie de gruñidos, que Zapatero le lanzaba a través de un traductor. La columna del colega norteamericano no consigue desasirse por completo de las contracciones musculares del entrevistado, quien seguramente cerraba y abría compulsivamente los brazos y las manos, apretaba los dientes y sonreía forzadamente.
Pero, finalmente, el "furor hispánico" de Zapatero, fue interpretado, primero, por el afamado periodista, con un lenguaje sobrio y pragmático; más tarde, fue ridiculizado al compararlo con el "resuelto y provocador" cineasta de Calzada de Calatrava. Jim Hoagland, consciente de que Plutarco mentía, compara irónicamente a Zapatero con Obama para concluir que la muerte contra la vida, una actitud agresiva contra el pacífico y, en fin, adoptar actitudes de enfrentamientos contra cualquier oferta de consenso como las de Zapatero, no son equiparables con las posiciones de Obama. Suicido asistido, aborto estimulado y persecución del cristiano son los tres aspectos principales del programa de Zapatero, que tan bien ha captado el columnista del Washington Post para distanciarlo de falsos paralelismos con Obama.
Suicidio, aborto y persecución al cristiano. Eso es todo. Viejo. Arrugado. Terrible. Es tan duro leerlo en inglés como vivirlo en España. Pero nadie debería hacerse el estrecho, como simula gran parte de la prensa nacional. El programa de Zapatero está cumpliéndose a rajatabla. Ya lo sabíamos, pero es bueno que los extranjeros nos lo recuerden para que nadie se llame a engaño. No es muy atractivo, pero es tan eficaz que tiene a Rajoy escondido en asuntos melifluos, o peor, diciendo que ese programa de destrucción no le interesa a nadie. Falso. Zapatero no es, pese a lo que crea Rajoy, un triste cadáver ambulante. Es un "héroe". Es un triunfador parapetado en la vieja Razón de Estado, que no sólo pretende infundirnos horror y espanto sino que pronto, muy pronto, hará público el consejo que da en privado a todos los suyos.
Sí, sí, porque su altivez no es aparente sino de Razón de Estado, antes de que los cobardes se percaten de sus perversidades, él gritará por todas partes la consigna del viejo militar que ahora repite en privado: "¡Atacad, atacad; atacad si tenéis maneras; si no la tenéis, atacad; atacad si venteáis el triunfo; pero si os sentís derrotados, atacad, también atacad!"
Y, mientras tanto, la señora De Cospedal susurrando: "Defendemos nuestros principio ante quien sea." Vale.
