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Agapito Maestre

Sin claridad no hay liderazgo

El PP también es rehén de ese callejón sin salida al que nos ha llevado Zapatero a través de la reforma de los Estatutos de Autonomía, que ha venido a "consolidar" a este país como un mecano con 17 taifas.

Rajoy ha dicho que Zapatero no aguantará seis meses en el poder. Reconozco que la predicción es arriesgada. Más aún, me atrevería a decir que este tipo de vaticinio es difícil y puede volverse en contra de quien lo formula. Reconozco no obstante su valor retórico; tiene una pretensión más de carácter ideológico que de realidad. La profecía de Rajoy quiere antes que nada erosionar el poder del Gobierno, pero resulta poco creíble, entre otras cosas, porque la mayoría socialista en el Congreso es holgada. Y, aunque los nacionalistas se lo están poniendo complicado a Zapatero, éste al final accederá a todo. Es cuestión de precio. Cierto que es un precio muy alto, pero el jefe socialista les seguirá dando todo lo que piden hasta que las arcas del Estado se queden vacías.

De todos modos, no seré yo quien critique por ilusa la declaración de Rajoy. Es, sencillamente, una manera de hablar y alertar a la ciudadanía sobre el callejón sin salida en el que nos ha situado el Gobierno de Zapatero. Sin embargo, si el PP quiere que esta "crítica" de Rajoy a la mayoría socialista tenga un sentido político, es decir, constituya una genuina alternativa real al Ejecutivo, entonces tendría que explicarnos cuál es el elemento central y diferenciador de su política con respecto al PSOE. ¿Sería Rajoy capaz, por ejemplo, de dejar meridianamente claro que el PP es un partido genuinamente nacional que no quiere saber nada con los nacionalismos? ¿Dejaría de pactar el PP con los nacionalistas en todo momento y lugar?

Sospecho que estas preguntas Rajoy no puede contestarlas, entre otros motivos porque también este partido es rehén de ese callejón sin salida al que nos ha llevado Zapatero a través de la reforma de los Estatutos de Autonomía, que ha venido a "consolidar" a este país como un mecano con 17 taifas, enfrentadas unas a otras, sobre las que se eleva un extraño líder populista. En verdad, si Rajoy no es capaz de desmontar este tinglado antinacional, seguirá siendo rehén de Zapatero. Tengo la sensación de que el ideal de "partido político centrado", según Rajoy, es aquel que puede pactar con los nacionalistas para gobernar. Rajoy, en el fondo, estaría mimetizando el modelo de Zapatero. Nada desearía más el líder del PP que poder gobernar con los nacionalistas. Eso es todo.

Y, sin embargo, un posible Gobierno de coalición entre el PSE y el PP en el País Vasco podría desbaratar ese modelo de "política centrada" que tiene Rajoy. Ojalá.

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