Es difícil hallar en la historia de España un político más mentiroso que Zapatero. Pero el personal lo acepta como el aire que respira. He ahí la principal prueba de una sociedad encanallada. Envilecida. Este tipo es implacable en su acción. Nos repite de mil maneras siempre lo mismo: no hay salida para el hombre libre. O te integras o mueres. De momento, resistimos. Intentamos todavía argumentar. Pero reconozco que el insulto y el desprecio es lo único que le va quedando al hombre libre contra el político más mentiroso y reaccionario que nos ha tocado sufrir. Zapatero es ya más que una marca. Es una perversidad. Zapatero miente, engaña y triunfa. Es el placebo de una sociedad bárbara.
Necesitamos, sin embargo, buscar criterios fácticos para juzgar a este hombre. Ya sabíamos que negoció con ETA, o que apoya a grupos terroristas como Hamás, pero algunos creían que poco le costaría apoyar retóricamente a quienes protestaban contra el criminal Castro. Sí, sí, había gente que esperaba una palabra de este Gobierno o, al menos, del PSOE que se solidarizarse con los millones de víctimas del tirano Castro. Imposible. He ahí, pues, otro criterio para juzgar a este "valiente" y "aguerrido" socialista. Y es que el régimen de Castro, frente a lo que creen algunos ingenuos, siempre ha sido una referencia política, una manera de legitimarse Zapatero. Éste jamás ha dado legitimidad a Castro. Ojalá. Es todo lo contrario.
La concentración contra Castro ha sido un destello político, una leve llama, que nos permite seguir creyendo en que es posible la democracia. Pero, no nos engañemos, quien triunfa es quien apoya la dictadura de Castro, negocia con terroristas e insulta a la oposición para seguir pastoreando una sociedad descerebrada, o peor, con mente de plastilina. ¿Dónde reside el poder de Zapatero? Sin duda alguna, en la debilidad de una torpe oposición; pero, sobre todo, porque se apropia de los nombres y los reparte a su antojo; es la vieja y cruel táctica del totalitarismo socialista; por ejemplo, llama reaccionario a quien no apoya a la Educación para la Ciudadanía, cuando son los objetores de conciencia un modelo de revolución democrática; pero, por desgracia, nadie desde la oposición le contesta que el primer y más ejemplar reaccionario se llama Zapatero.
Él, el presidente más mentiroso que ha dado España desde la muerte de Franco, no defiende ni un solo valor democrático. Él los arruina. Es su gran añagaza. Este domingo, otra vez, los organizadores de la manifestación contra el régimen de Castro le dieron la oportunidad de comenzar de nuevo, de ser demócrata, pero se escondió, o peor, apoyó a los comunistas y socialistas que contraprogramaron un acto a favor de la libertad en Cuba.