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Agapito Maestre

18 de julio y Sol

Doy la vuelta al kiosko y veo, a pocos metros de distancia, la chabola infecta y ridícula del 15-M.

Hoy es 18 de julio de 2011. Si dejamos a un lado los relatos perversos sobre la historia de un país trágico, España está como ayer. Todo es como en la Puerta del sol. A través de esta emblemática plaza puede contemplarse toda España. Ayer, domingo, la recorrí sin querer. Estuve un rato en la Puerta del Sol. Vi al instante España. A las doce del mediodía el sol caía con dureza sobre el asfalto. Me acerqué, como casi todos los días del año, al kiosko más cercano a la calle Arenal. Hablo con Carlos, uno de sus dueños, y me reitera que lo están pasando mal. Los efectos de la ocupación de la plaza por la gente del 15-M han sido demoledores para todos los negocios de la zona, y también ellos tardarán mucho en recuperarse del zarpazo de esta movilización primaria, elemental y básica contra un sistema político, ajado y cruel, pero, sin duda alguna, eficiente para la propia casta política que lo gestiona.

 
Doy la vuelta al kiosko y veo, a pocos metros de distancia, la chabola infecta y ridícula del 15-M. La cochambrosa instalación contrasta con el decorado de esta popular plaza. Siento vergüenza ajena y, por supuesto, propia (pues que yo defendí al principio lo que parecía una protesta honesta), al ver en ese chiringuito, concentrado y dándose la mano, toda la inmundicia de la política institucional y contrainstitucional de España. Allí están todos revueltos. Los antiglobalizadores y antisistemas conviven con los políticos profesionales que les permiten esta majadería. La mente berroqueña de los analistas de salón de la izquierda están contentos con el engendro de Sol; pero, por desgracia, la chabola no es un símbolo democrático ni de libertad.
 
La chabola de Sol. Es un fracaso. Representa la concentración de toda la miseria de la casta política y de los profesionales del contrasistema. La complementación es perfecta. Basura sobre basura. Es un esperpento de esperpento. Valle Inclán lo despreciaría por ridículo. Duele a la vista. O peor, resulta soez e infantil el tinglado de la Puerta del Sol. Y, sin embargo, permanecen allí, porque el ministro del Interior no que quiere desmontarla, porque se siente a gusto con tal engendro. En verdad, el 15-M les pertenece. Por eso, precisamente, les deja a campar a sus anchas. 
 
Zapatero y su gente miman con perversa delectación al "movimiento" cutre- izquierdista del 15-M. Y el todopoderoso PP, aunque por poco tiempo en la oposición, no mueve un músculo para hacer desaparecer lo que hace daño a la libertad.
 
¿Conseguirá Rubalcaba convertir, definitivamente, a esa gente en una fuerza de choque de los socialistas. No lo sé; pero, desde luego, cuando lleguen las elecciones, esta gente tendrá que definirse con precisión. Será divertido ver que o apoyan a Rubalcaba o morirán por falta de recursos. ¿O sabe alguien quién financia a este grupo de ATTAC?

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