(Libertad Digital) El proceso legislativo para aprobar el plan de rescate financiero elaborado por el Gobierno de EEUU sigue su curso, pese al rechazo que obtuvo en el Congreso el pasado lunes. Y es que, el Ejecutivo confía en obtener la luz verde del Senado para forzar el visto bueno definitivo de la Cámara de Representantes.
El Senado de EEUU vota un nuevo plan revisado. El texto incluye un aumento de los límites de los seguros para los depósitos bancarios de 100.000 a 250.000 dólares, garantizado por la Corporación Federal de Seguro de Depósitos, (FDIC), en vigor desde 1980, según informa la cadena norteamericana CNN. Dicho límite permitía cubrir en 1991 casi el 82 por ciento de los depósitos, pero en la actualidad tan sólo garantiza el 63 por ciento del total.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, recibió el consentimiento unánime de la Cámara para programar una votación sobre el paquete de 700.000 millones de dólares (496.459 millones de euros), que según la Casa Blanca es necesario para evitar el colapso de la economía.
Pequeñas modificaciones
El plan de rescate estadounidense autoriza al Tesoro la compra de deuda de baja calidad a las entidades bancarias en riesgo. El texto otorga al tesoro hasta 350.000 millones de dólares en una primera fase, y permite modificar las condiciones crediticias a las familias con dificultades para hacer frente a los pagos, según el preacuerdo alcanzado el pasado fin de semana entre demócratas y republicanos.
No obstante, el Congreso estadounidense rechazó el lunes el plan de rescate del sistema financiero por 228 votos a 205, cuyo resultado provocó una caída histórica de los mercados bursátiles a nivel global.
"Recibimos con beneplácito el avance conseguido por los senadores Reid (el líder de los republicanos del Senado) y McConnell hacia un proyecto modificado y para fijar una votación", aseguró el portavoz de la Casa Blanca Tony Fratto.
Obama y MacCain vuelven a Washington
Asimismo, los candidatos presidenciales Barack Obama y John McCain regresaron a Washington para participar en la votación, según informaron sus equipos de campaña. Tanto el demócrata Obama como el republicano McCain han asegurado que respaldan el aumento en los límites de los seguros de los depósitos bancarios como un medio para restaurar la confianza.
"Hemos trabajado de forma bipartidista para hacerlo, y espero que con las modificaciones que hemos hecho a la propuesta del Gobierno, el Senado apruebe esta legislación y la Cámara de Representantes pronto seguirá sus pasos", agregó Reid, demócrata por Nevada. Un asesor demócrata predijo que "el Senado aprobará (el proyecto)".
Bajo el acuerdo para llevar rápidamente el proyecto a votación, la medida necesita 60 votos para su aprobación en lugar de la mayoría simple en la Cámara de 100 miembros. El proyecto incluye además una cláusula sobre reducciones tributarias rechazada el lunes por la Cámara de Representantes, con el objetivo de convencer a los republicanos contrarios al costoso rescate público de Wall Street.
El líder de minoría de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, apoyó la versión revisada del plan de rescate financiero y cree que el Congreso debería aprobarla, dijo su portavoz Kevin Smith. "El (Boehner) fue consultado al respecto y le dio su aprobación", explicó Smith.
Se estudian medidas alternativas
Asimismo, dicho rescate no es la única medida que se está negociando. Y es que, de forma paralela, los políticos estudian con el Gobierno y los expertos distintas propuestas con el fin de restaurar la confianza financiera.
En este sentido, más de 60 legisladores instaron a la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC) a que suspenda "de inmediato" las normas de contabilidad que rigen el mercado financiero.
En una carta enviada al presidente de la SEC, Chris Cox, los legisladores pidieron que se suspendan las normas que las empresas utilizan para medir e informar sobre ciertos activos y pasivos -generalmente instrumentos financieros- calculando el precio de venta de sus activos o el que pagarían al desprenderse de sus pasivos, informa Europa Press.
En virtud de esas disposiciones, establecidas por la Junta de Normas de Contabilidad Financiera (FASB) -que rinde cuentas a la SEC-, las compañías registran pérdidas cuando el "valor justo" de sus activos disminuye o cuando aumentan sus pasivos.
Esas mismas normas de contabilidad obligan a las instituciones financieras a asignar un "valor justo" a sus activos o pasivos cada trimestre. Un creciente número de legisladores considera que esas normas, en vigor desde noviembre de 2007, contribuyeron a la crisis financiera y ahora, entre las opciones que se barajan, piden que se suspendan.
En la misiva a Cox, el demócrata John Shadegg y el republicano Peter DeFazio indicaron que el Congreso de EE.UU. "debe proteger al pueblo estadounidense y permitir que nuestras instituciones financieras puedan emitir los préstamos necesarios para que marche la economía". Eso se puede lograr, argumentaron, si se suspenden las normas y se reemplazan con reglamentos que reflejen el verdadero valor de los activos.
¿Nuevos recortes de tipos?
"Podemos hacer esto sin obligar a los contribuyentes a que adquieran" activos sin liquidez, agregaron los congresistas. La idea también fue apoyada en una rueda de prensa por el ex presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Newt Gingrich, y por diversos ejecutivos de compañías financieras.
Los legisladores creen que la suspensión de las normas ayudaría a las empresas aquejadas con activos sin liquidez a raíz de la crisis hipotecaria. Sin embargo, afronta la oposición de grupos defensores de los consumidores y firmas de contables, que insisten en que las normas no crearon la crisis actual.
Grupos como el Centro para la Calidad en las Auditorías ("Center for Audit Quality") temen que un cambio serviría para que las empresas oculten el verdadero valor de los préstamos morosos, y realizan su propia campaña de presión para que las normas se mantengan.
No es la única propuesta. Tras el rechazo del Congreso, se estudian distintas alternativas. Así, también se baraja la posibilidad de modificar los requisitos federales que obligan a los bancos a mantener un cierto nivel de efectivo en caja por cada dólar que prestan, con el fin de otorgar una mayor flexibilidad crediticia.
También se estudia una compra masiva de títulos hipotecarios por parte de las nacionalizadas Fannie Mae y Freddie Mac; e incluso un recorte del tipo de interés próximo a 0 por parte de la Reserva Federal, en coordinación con otros bancos centrales, entre otras medidas, informa CNN.