En un debate organizado por la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) sobre el tratamiento informativo del accidente del avión de Spanair, ocurrido el pasado 20 de agosto, el responsable de Comunicación del ministerio de Fomento, Antonio Fernández Serrano, dijo ser el primer interesado en que se aclare quiénes son los responsables de las filtraciones. Aunque eso sí, se reconoció como responsable de algunas de ellas.
Rechazó que la ministra de Fomento intentase culpar del accidente a Spanair en su comparecencia ante el Congreso y negó que la cinta que se aportó con una grabación en la que la compañía informaba del posible cambio de la aeronave fuese una filtración oportunista. Según Fernández Serrano, esa cinta, que no formaba parte de la investigación, se trasladó a las televisiones para demostrar que la ministra no había mentido.
"Yo consulté de hecho con la Abogacía del Estado, las grabaciones entre los pilotos y el centro de Gestión Aeroportuaria son confidenciales y según la OAPI, el convenio de Chicago, sólo se pueden trasladar cuando se cumplen una serie de requisitos, que en ese momento entendimos que se cumplían. Si metimos la pata, yo lo siento, ya lo digo, será el juez... En ese caso yo me hago responsable porque yo fui el que se las di a las televisiones", señaló en su intervención, según recoge la Cadena Cope.
"Claramente están las limitaciones propias de una situación de estas características, las limitaciones de la prudencia, las propias del accidente", señaló Vázquez, quien indicó que la comunicación institucional que se puso en marcha "fue de forma razonable y ordenada", transparente e igual para todos los medios. "Se facilitó las informaciones con las limitaciones propias de la prudencia, el respeto a los familiares y a la investigación", concluyó.
Rechazó que la ministra de Fomento intentase culpar del accidente a Spanair en su comparecencia ante el Congreso y negó que la cinta que se aportó con una grabación en la que la compañía informaba del posible cambio de la aeronave fuese una filtración oportunista. Según Fernández Serrano, esa cinta, que no formaba parte de la investigación, se trasladó a las televisiones para demostrar que la ministra no había mentido.
"Yo consulté de hecho con la Abogacía del Estado, las grabaciones entre los pilotos y el centro de Gestión Aeroportuaria son confidenciales y según la OAPI, el convenio de Chicago, sólo se pueden trasladar cuando se cumplen una serie de requisitos, que en ese momento entendimos que se cumplían. Si metimos la pata, yo lo siento, ya lo digo, será el juez... En ese caso yo me hago responsable porque yo fui el que se las di a las televisiones", señaló en su intervención, según recoge la Cadena Cope.
Listado de pasajeros
Fernández también dijo que, ya en el tiempo y después del caos del primer momento, Spanair no tardó en elaborar una lista con los pasajeros que viajaban en el avión JK 5022 siniestrado el pasado 20 de agosto en el aeropuerto de Madrid-Barajas. Reconoció que aunque en un principio varios miembros del Gobierno pudieron quejarse de la "poca rapidez" con la que se facilitó la lista de pasajeros, "comparado con el tratamiento de otros accidentes, no se puede decir que Spanair tardara mucho, ni mucho menos", matizó.
"Se habló de que si Spanair actuó con negligencia o no al dar el listado con las víctimas pero tengo que decir que con el tiempo hemos visto que si se compara con otros accidentes, Spanair no tardó mucho en dar la lista", señaló Fernández, quien indicó que este trabajo es "muy difícil" y hay que contrastar "muchas cosas".
En este sentido, apuntó que este proceso es "muy complejo" pues no sólo están los pasajeros habituales que compran su billete por la vía normal, sino que a veces, hay overbooking, o viajeros de promociones o que compran las últimas plazas que quedan libres a última hora. "Hay circunstancias que hacen muy difícil sacar esta lista", añadió, al tiempo que recordó que hay niños, que por razones de edad, "viajan también sin billete".
De hecho, recordó que aunque en un principio resulte complicado entender cómo una compañía "no va a saber la gente que se sube al avión", en este mismo caso, se dio la situación de una familia que, procedente de Indonesia, perdió el avión, se quedó en París y no pudo coger el vuelo que viajaba a Las Palmas.
Asimismo, recordó que antes de dar a conocer la lista de pasajeros a los medios de comunicación, lo primero que hizo el propio director del aeropuerto fue informar a las víctimas que se habían acercado hasta el lugar del siniestro y que estaban ubicadas en una sala contigua a la gran sala de prensa que tiene Barajas en sus instalaciones.
Ésta es la razón, explicó, por la cual, cuando la ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, declaró ante los medios a primera hora de la tarde, todavía no pudiera dar este dato. Sí lo hizo, sin embargo, en la otra comparecencia que tuvo, ya entrada bien la noche, cuando Spanair facilitó estos datos, se informó a los familiares, y se colgó en las páginas web, tanto de Spanair como de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) -a través de un link a la página de la compañía-.
Listado en voz alta
Asimismo, preguntado por cómo se fueron enterando los familiares en Ifema sobre la identidad de las víctimas, el jefe de Gabinete de la Secretaría de Estado de Comunicación, Gonzalo Vázquez, indicó que fue uno de los "peores momentos" puesto que, con los familiares ya reunidos, "se iba leyendo de viva voz" los nombres de los heridos, que en un principio fueron 20, aunque después fallecieron dos.
Este proceso, según Vázquez, también fue difícil, puesto que en un primer momento hubo heridos que estaban sin identificar, bien por que estaban inconscientes, bien porque eran miembros de una misma familia y había que contrastar toda la información. No obstante, reconoció que el momento fue duro porque la gente, al no oír el nombre de su familiar en la lista de heridos, directamente sabían que pertenecía a la lista de las víctimas mortales.
En todo caso, insistió en que a los medios de comunicación no se les dio la lista antes para evitar que quedará "bailando" algún nombre y se cometiera algún error, que en un caso así sería "muy grave". "Aunque ninguna tragedia es comparable a otra, la gestión de la información en este caso no ha sido más lenta que en otras ocasiones", recalcó.