(Libertad Digital) Los líderes demócratas y republicanos del Congreso llegaron a un acuerdo sobre los principios básicos de un plan de rescate financiero de 700.000 millones de dólares contra la crisis, que ahora deberán negociar con el Gobierno.
"Preveo que tendremos un plan que pueda ser aprobado por la Cámara Baja y el Senado, y ser firmado por el presidente y que traiga un sentimiento de certidumbre a esta crisis", afirmó el senador republicano Robert Bennett.
El mismo optimismo manifestó el presidente del Comité de la Banca del Senado, el demócrata Christopher Dodd. "Tengo confianza de que podemos actuar con rapidez" para ratificar el programa, dijo.
Ambos legisladores se encerraron este jueves en el Capitolio por más de tres horas junto con sus colegas de los comités con atribuciones financieras de ambas cámaras para poner por escrito un consenso que se ha ido formando en los últimos días.
Ahora la pelota está en el campo de la Casa Blanca, que deberá decidir si acepta los principios adelantados por los legisladores y así garantizarse una aprobación sin tardanza de la ayuda.
"Preveo que tendremos un plan que pueda ser aprobado por la Cámara Baja y el Senado, y ser firmado por el presidente y que traiga un sentimiento de certidumbre a esta crisis", afirmó el senador republicano Robert Bennett.
El mismo optimismo manifestó el presidente del Comité de la Banca del Senado, el demócrata Christopher Dodd. "Tengo confianza de que podemos actuar con rapidez" para ratificar el programa, dijo.
Ambos legisladores se encerraron este jueves en el Capitolio por más de tres horas junto con sus colegas de los comités con atribuciones financieras de ambas cámaras para poner por escrito un consenso que se ha ido formando en los últimos días.
Ahora la pelota está en el campo de la Casa Blanca, que deberá decidir si acepta los principios adelantados por los legisladores y así garantizarse una aprobación sin tardanza de la ayuda.
El entendimiento llegó horas antes de una reunión convocada por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, en la que pretendía dirimir la incertidumbre sobre el proyecto, y a la que asistirán los líderes del Congreso, así como el candidato presidencial republicano, John McCain, y el demócrata, Barack Obama. McCain incluso suspendió ayer su campaña para ayudar en las negociaciones, informa Efe.
El senador republicano Bob Corker predijo que el Congreso aprobará el proyecto de ley "antes de que abran los mercados el lunes".
El senador republicano Bob Corker predijo que el Congreso aprobará el proyecto de ley "antes de que abran los mercados el lunes".
Límites
El programa prevé el uso de 700.000 millones de dólares, que se obtendrán con emisiones de deuda pública, para la compra de títulos de mala calidad a los bancos, principalmente vinculados a hipotecas, y así puedan sanear sus balances y volver a prestar dinero.
Sin embargo, tal cuantía podría gozar de ciertas limitaciones. Así, el principio de acuerdo alcanzado entre los representantes de ambos partidos establece que el Tesoro disponga de inmediato de 250.000 millones de dólares para iniciar el rescate financiero, junto a otros 100.000 millones adicionales en caso de que sea necesario, según informa The Wall Street Journal al cierre de esta edición.
De este modo, el Congreso de EEUU podría bloquear a última hora el resto de la cuantía a través de una votación en caso de que quede en satisfecho con el desarrollo y ejecución del programa.
Además, el Congreso contempla la creación de un mecanismo de supervisión del programa y pone límite a los salarios de los ejecutivos de las empresas que se beneficien con la ayuda. Por otro lado, los demócratas han insistido en que los contribuyentes reciban acciones de esas compañías. Es decir, el Gobierno podría exigir como garantía las acciones de las empresas o entidades que se acojan al rescate financiero del Gobierno.
El Gobierno participará en las empresas que se acojan al plan
Sin embargo, tal acuerdo choca con la aspiración del secretario de Tesoro de EEUU, Henry Paulson, que se mostró contrario a establecer límites o condiciones en la aplicación del plan.
Los mercados reaccionaron con júbilo ante el anuncio del acuerdo y el Dow Jones había subido cerca de un 2 por ciento poco antes del cierre, tras estar a la baja el resto del día. Los indicadores recalcaron una vez más la difícil situación de la economía estadounidense. La demanda de bienes duraderos, como automóviles y electrodomésticos, se derrumbó en agosto, al tiempo que las peticiones de beneficios de desempleo se dispararon.
Además, las ventas de casas nuevas bajaron a su nivel más bajo en 17 años. Bush alertó el miércoles en un discurso en horario de máxima audiencia de que si el Congreso no actuaba se corría el peligro de un "pánico financiero".
Además, las ventas de casas nuevas bajaron a su nivel más bajo en 17 años. Bush alertó el miércoles en un discurso en horario de máxima audiencia de que si el Congreso no actuaba se corría el peligro de un "pánico financiero".
Malos indicadores económicos
Al mismo tiempo, los legisladores han sentido la ira de los contribuyentes, muchos de los cuales no entienden por qué ellos tienen que salvar a los mismos bancos (sólo un 7% aprueba el plan) que han ocasionado la crisis por su mala gestión del riesgo.
Así, la reacción de los votantes ha convencido a los legisladores a exigir a la administración cambios importantes respecto al plan original, que daba potestad casi ilimitada al secretario del Tesoro para usar los 700.000 millones de dólares como considerara oportuno, además de inmununidad judicial.