L D (EFE) Leipheimer, de 34 años, ha demostrado su etiqueta de favorito y su habilidad a la hora de afrontar una contrarreloj individual. En un esfuerzo dosificado de menos a más ganó la partida, con un tiempo en meta de 50:57, al francés Sylvain Chavanel (Cofidis) y al italiano Manuel Quinziato (Liquigas), que le han seguido a 12 y 33 segundos, respectivamente.
Alberto Contador ha sido cuarto y primer español, a 49 segundos de su compañero americano, que le ha vuelto a ganar la partida en una cronometrada en menos de un mes. Alejandro Valverde (Caisse D'Epargne) terminaba encantado con la quinta plaza, a 59 segundos, y Carlos Sastre (CSC) se iba a la decimoquinta plaza, a 1:30 del ganador. Los tres tenores del ciclismo español han salvado con buena nota la jornada, una contrarreloj que no se adaptaba a las condiciones de escaladores como Contador y Sastre, ni a un corredor completo como Valverde, que estuvo a su mejor nivel, al mostrado en las cronometradas de la Vuelta a Murcia o la Dauphiné Liberé, en las que consiguió el triunfo final.
En la llanura manchega no hubo grandes diferencias, como se esperaba, y nadie salió escarmentado. Contador metió diez segundos en la cuenta de Valverde y 41 en la de Sastre. 'Pecata minuta' con toda la Vuelta por delante, a un paso de los Pirineos, donde el duelo a tres bandas adquirirá tintes más decisivos. Los tres llegarán a la montaña en un margen de 59 segundos.
Leipheimer, "muy feliz por una gran victoria", ha dejado claro que seguirá trabajando duro para Contador. De momento, su quinta victoria de la temporada le ha llevado hasta la prenda dorada de la Vuelta. Eso sí, con poco margen, pues tiene a Sylvain Chavanel, campeón de Francia contrarreloj, a sólo dos segundos. Valverde se agarra al tercer escalón provisional, a 30, mientras que Contador sale de Ciudad Real quinto a 47 segundos y Carlos Sastre, séptimo a 1:27.
El italiano Damiano Cunego ha vuelto a llevarse otro batacazo. El líder del Lampre cedió 3:52 y se borró de la lista de candidatos. El holandés Robert Gesink (Rabobank), enorme escalador y gran esperanza del ciclismo de su país, salvó los muebles con una demora de 2:08, cerca del español Igor Antón (Euskaltel), que dejó en meta 2:35. Ambos tendrán mucho que hablar en los puertos. Andreas Kloden, el alemán del Astana que también conoce el podio del Tour y principal víctima de la caída de Puertollano, ha perdido 1:24, mientras que el ucraniano Yaroslav Popovych (Silence-Lotto) no consiguió borrar el recuerdo de Cadel Evans, el ausente.
En el primer punto de referencia (kilómetro 14), Valverde sorprendió al resto de gallos de la Vuelta. Fue el mejor de los favoritos. Pasó tercero con sólo once segundos de retraso respecto al italiano Manuel Quinziato, el más destacado con 13:58 minutos. Contador pasó a 19 segundos del murciano y Sastre a 48. Leipheimer aún no había asomado su cabeza rapada entre los primeros: era séptimo a 22 segundos del italiano. En el kilómetro 28 aún mandaban Quinziato (34:41) y el ruso Ignatiev (Tinkoff), con Leipheimer a 42 segundos, lejos de transmitir su enorme reacción en el último tercio de la contrarreloj. Valverde, con un retraso de nueve segundos sobre el estadounidense, aguantaba a lo grande, hasta el punto de convertirse en líder virtual de la Vuelta. Debía mantener el fuerte ritmo inicial hasta meta para concretar la sorpresa. El campeón de España pasó 15 segundos antes que Contador y con una ventaja de un minuto respecto a Sastre.
Emoción que enseguida quedó en agua de borrajas. Valverde, en un tramo final "con mucho viento de cara", fue perdiendo gas. Justo lo contrario de Leipheimer, que metió el turbo para entrar como un cohete. Compensó un retraso acumulado de 1:15 minutos respecto a Quinziato, quien se vio vencedor hasta la llegada del americano. El corredor de Montana abre así su historial en la Vuelta a España. Tercero en el Tour de Francia 2007, lo mejor de su palmarés se encuentra en la Dauphiné Liberé de 2006. En Pekín le arrebató el sueño de bronce a Contador, y ahora le promete toda su colaboración para lograr el oro de la Vuelta.
Este jueves se disputará la sexta etapa entre Ciudad Real y Toledo, jornada previo al primer día de descanso. Se trata de un recorrido llano con final complicado y en ligero repecho. Ideal para Alejandro Valverde.
Alberto Contador ha sido cuarto y primer español, a 49 segundos de su compañero americano, que le ha vuelto a ganar la partida en una cronometrada en menos de un mes. Alejandro Valverde (Caisse D'Epargne) terminaba encantado con la quinta plaza, a 59 segundos, y Carlos Sastre (CSC) se iba a la decimoquinta plaza, a 1:30 del ganador. Los tres tenores del ciclismo español han salvado con buena nota la jornada, una contrarreloj que no se adaptaba a las condiciones de escaladores como Contador y Sastre, ni a un corredor completo como Valverde, que estuvo a su mejor nivel, al mostrado en las cronometradas de la Vuelta a Murcia o la Dauphiné Liberé, en las que consiguió el triunfo final.
En la llanura manchega no hubo grandes diferencias, como se esperaba, y nadie salió escarmentado. Contador metió diez segundos en la cuenta de Valverde y 41 en la de Sastre. 'Pecata minuta' con toda la Vuelta por delante, a un paso de los Pirineos, donde el duelo a tres bandas adquirirá tintes más decisivos. Los tres llegarán a la montaña en un margen de 59 segundos.
Leipheimer, "muy feliz por una gran victoria", ha dejado claro que seguirá trabajando duro para Contador. De momento, su quinta victoria de la temporada le ha llevado hasta la prenda dorada de la Vuelta. Eso sí, con poco margen, pues tiene a Sylvain Chavanel, campeón de Francia contrarreloj, a sólo dos segundos. Valverde se agarra al tercer escalón provisional, a 30, mientras que Contador sale de Ciudad Real quinto a 47 segundos y Carlos Sastre, séptimo a 1:27.
El italiano Damiano Cunego ha vuelto a llevarse otro batacazo. El líder del Lampre cedió 3:52 y se borró de la lista de candidatos. El holandés Robert Gesink (Rabobank), enorme escalador y gran esperanza del ciclismo de su país, salvó los muebles con una demora de 2:08, cerca del español Igor Antón (Euskaltel), que dejó en meta 2:35. Ambos tendrán mucho que hablar en los puertos. Andreas Kloden, el alemán del Astana que también conoce el podio del Tour y principal víctima de la caída de Puertollano, ha perdido 1:24, mientras que el ucraniano Yaroslav Popovych (Silence-Lotto) no consiguió borrar el recuerdo de Cadel Evans, el ausente.
En el primer punto de referencia (kilómetro 14), Valverde sorprendió al resto de gallos de la Vuelta. Fue el mejor de los favoritos. Pasó tercero con sólo once segundos de retraso respecto al italiano Manuel Quinziato, el más destacado con 13:58 minutos. Contador pasó a 19 segundos del murciano y Sastre a 48. Leipheimer aún no había asomado su cabeza rapada entre los primeros: era séptimo a 22 segundos del italiano. En el kilómetro 28 aún mandaban Quinziato (34:41) y el ruso Ignatiev (Tinkoff), con Leipheimer a 42 segundos, lejos de transmitir su enorme reacción en el último tercio de la contrarreloj. Valverde, con un retraso de nueve segundos sobre el estadounidense, aguantaba a lo grande, hasta el punto de convertirse en líder virtual de la Vuelta. Debía mantener el fuerte ritmo inicial hasta meta para concretar la sorpresa. El campeón de España pasó 15 segundos antes que Contador y con una ventaja de un minuto respecto a Sastre.
Emoción que enseguida quedó en agua de borrajas. Valverde, en un tramo final "con mucho viento de cara", fue perdiendo gas. Justo lo contrario de Leipheimer, que metió el turbo para entrar como un cohete. Compensó un retraso acumulado de 1:15 minutos respecto a Quinziato, quien se vio vencedor hasta la llegada del americano. El corredor de Montana abre así su historial en la Vuelta a España. Tercero en el Tour de Francia 2007, lo mejor de su palmarés se encuentra en la Dauphiné Liberé de 2006. En Pekín le arrebató el sueño de bronce a Contador, y ahora le promete toda su colaboración para lograr el oro de la Vuelta.
Este jueves se disputará la sexta etapa entre Ciudad Real y Toledo, jornada previo al primer día de descanso. Se trata de un recorrido llano con final complicado y en ligero repecho. Ideal para Alejandro Valverde.