(Libertad Digital) El Producto Interior Bruto (PIB) generado por la economía española en el segundo trimestre de 2008 ha registrado un crecimiento del 1,8 por ciento respecto al mismo período del año anterior. Este resultado, ocho décimas inferior al estimado para el período precedente, indica que la economía española continua en la senda de desaceleración iniciada hace un año.
El motivo de esta brusca caída hay que buscarlo en el desplome de la demanda nacional (sobre todo el consumo de los hogares) y la inversión, que cayó por primera vez en 12 años (debido fundamentalmente a la construcción).
Examinando el contexto europeo, tanto el PIB de la Unión Europea como el de la Eurozona se han comportado mejor que el español, desacelerando su crecimiento del 2,3 por ciento al 1,7 por ciento en el caso de la primera (seis décimas menos) y del 2,1 por ciento al 1,5 por ciento en el caso de la segunda (también seis décimas menos).
Fuente: INE
Según estos datos, España crece actualmente tres décimas más que la media de la Eurozona, cuando hace sólo un año estábamos 1,4 puntos por encima. Durante el segundo trimestre de 2007, la Eurozona crecía al 2,5 por ciento interanual, mientras que España lo hacía al 3,9 por ciento. Durante el año 2007, España aún crecía un punto por encima de la zona euro, ya que el PIB de la Eurozona fue del 2,7 por ciento interanual, mientras que España cerró el año en el 3,7 por ciento.
No obstante, el Ministerio de Economía se ha limitado a destacar, en una nota de prensa, que la economía española continúa creciendo más que la media de los países de la zona euro. Aunque reconoce la caída del consumo, el Gobierno hace hincapié en lo que considera una "notable" evolución del sector exterior, que por primera vez desde el 2001 contribuyó de forma positiva al crecimiento económico español como consecuencia de la moderación en el avance de las importaciones.
La demanda nacional se desploma
La menor intensidad del ritmo de crecimiento de la economía española en el segundo trimestre tiene su origen principal en la desaceleración de la demanda nacional, que reduce 1,3 puntos su aportación al crecimiento agregado (de 2,8 a 1,5 puntos). A pesar de que este comportamiento ha sido parcialmente compensado por la mejora de la contribución del sector exterior (de –0,2 a 0,3 puntos).
El gasto en consumo final de los hogares desacelera un punto su crecimiento, desde el 2,2 por ciento hasta el 1,2 por ciento. La práctica totalidad de los principales indicadores de seguimiento de este agregado continúan ofreciendo, paulatinamente, registros más desfavorables, especialmente los que se refieren al gasto en bienes, tanto duraderos como no duraderos (comercio al por menor, ventas de automóviles, cifra de negocios y disponibilidades de bienes de consumo, cartera de pedidos, ventas de productos de consumo en grandes empresas, etc.).
Además, estos resultados se inscriben en un contexto en el que el crecimiento del empleo continua moderándose y la confianza de los consumidores presenta niveles cada vez más reducidos.
Primera caída de la inversión en 12 años
La otra protagonista del desplome del crecimiento económico durante el segundo trimestre fue la inversión, que registró su primera caída en 12 años (dos décimas), debido fundamentalmente a la crisis inmobiliaria. Según los datos del INE, el ritmo de avance de la inversión en construcción se aminoró en 2,7 puntos en el segundo trimestre de 2008, presentando una tasa de crecimiento negativa (-2,4 por ciento).