(Libertad Digital) Convertir créditos en bonos que compran y venden los inversores. Es el arte de la titulización, un mercado que hasta el estallido de las turbulencias financieras en Estados Unidos ha tenido un gran desarrollo en el comienzo del siglo XXI. El volumen anual de las emisiones se ha multiplicado por 15 en España entre 2000 y 2007, arrojando un saldo de 307.000 millones de euros, según el Banco de España.
Pero la restricción de liquidez en los mercados, junto con la elevada exposición de los bancos y cajas de ahorros al mercado hipotecario, han detenido la evolución de esta actividad financiera. Durante el presente ejercicio, las entidades atraviesan una profunda sequía crediticia, debido al encarecimiento de la financiación del mercado interbancario y al casi cierre del mercado de emisión de cédulas y titulizaciones hipotecarias.
Estas tensiones crediticias han obligado a la banca a acudir a las subastas de liquidez extraordinarias del Banco Central Europeo y la Reserva Federal de Estados Unidos.
Según explicó este jueves el presidente de la Asociación Hipotecaria Española (AHE), Gregorio Mayayo, el mercado hipotecario español ha pasado de un porcentaje de crédito movilizado en el mercado de capitales a través de cédulas o titulización del 10 por ciento en 2003, a más de un 40 por ciento en 2007. Es decir, que España sí es vulnerable a la crisis financiera internacional.
España es vulnerable
"La crisis subprime afecta de manera más importante a quienes han estado más activos (en la emisión de deuda) en los últimos años, entre los que se encuentra el mercado hipotecario español", señala el responsable en una entrevista a la Unión Nacional de Cooperativas de Crédito que recoge Europa Press.
A su juicio, la falta de información y transparencia que ha existido en relación con la crisis de las hipotecas basura ha provocado una "hiperreacción" de desconfianza en los mercados de capitales que afecta, además de a las entidades directamente contaminadas por estos productos, a todos los emisores de deuda en general, indicó.
En este sentido, Mayayo constata que la crisis subprime ha producido cambios importantes en los mercados europeos de títulos hipotecarios para la obtención de liquidez que seguirán produciéndose en el futuro, y advierte de que la vuelta a la normalidad será "gradual y matizada".
Restricciones más profundas de lo previsto
"De momento, la retracción de la demanda está siendo más profunda, generalizada y duradera de lo previsto inicialmente por la mayoría de los analistas", afirma el responsable de la AHE, si bien insiste en que los títulos españoles ofrecen “un elevado grado de seguridad a los inversores”.
Mayayo sostiene, además, que las entidades de crédito españolas ya han vivido y gestionado con éxito otras crisis anteriores, tanto hipotecarias como inmobiliarias, e incide en que el nivel de dotación financiero de recursos propios y reservas para afrontar la situación actual "es muy satisfactorio".
"Como observador del mercado, creo que en general todas ellas están actuando con la prudencia, flexibilidad y el rigor técnico que las circunstancias exigen", indica Mayayo.
Fondos no atractivos
Pero no todos opinan de la misma manera. La agencia de calificación crediticia Moody´s ha puesto en revisión la perspectiva de diversos tramos de trece fondos de titulización hipotecaria de Santander, BBVA, Caja Madrid, Caixa Catalunya, CAM, Caja España y Bancaja.
La medida afecta a tramos (segmentos en los que se agrupan distintos activos según su riesgo) por 16.800 millones de euros, de los que en torno a 14.800 millones cuentan con la máxima calificación crediticia.
Algunos de estos fondos han sido adquiridos por inversores institucionales, mientras que otros permanecen en el balance de las entidades de forma ya titulizada, de modo que pueden emplearlos como garantía a la hora de solicitar financiación al Banco Central Europeo (BCE).
La firma de calificación crediticia, en cualquier caso, considera que esta actuación “no debería tener, en principio, un impacto significativo en el sistema financiero español”.
Algunos de estos fondos han sido adquiridos por inversores institucionales, mientras que otros permanecen en el balance de las entidades de forma ya titulizada, de modo que pueden emplearlos como garantía a la hora de solicitar financiación al Banco Central Europeo (BCE).
La firma de calificación crediticia, en cualquier caso, considera que esta actuación “no debería tener, en principio, un impacto significativo en el sistema financiero español”.
Gestión de riesgo
El Banco de España estima que la titulización de activos es un instrumento atractivo para las entidades que los originan, ya que permiten transferir a terceros una parte de los riesgos de su cartera, lo que facilita su gestión y se traduce en menores necesidades de mantener capital.
Además, es posible usar estos productos para obtener financiación, de modo que la entidad que los emite retiene el grueso de los riesgos de los activos transferidos, adquiriendo, por ejemplo, un compromiso frente al fondo para asumir las primeras pérdidas en caso de impago en los créditos titulizados.
En cualquier caso, el frenazo económico y la peor calidad del crédito no sólo está afectando a las entidades financieras. El miedo a un fuerte deterioro del crecimiento también está pasando factura a la deuda de mayor calidad y a los costes de financiación de los estados.
De hecho, hace un mes, el Tesoro español retrasó una emisión de deuda con un vencimiento de 15 años, debido a la elevada rentabilidad que exigían los inversores, ante la mayor incertidumbre de los mercados..