LD (M. Llamas) La confianza de los consumidores en la economía española acaba de registrar su peor dato desde que existen mediciones al respecto. Dicho indicador, elaborado por el ICO (organismo dependiente del Ministerio de Economía), ha descendido hasta los 46,3 puntos. Se trata del peor registro desde que se elabora dicho indicador en España (finales de 2004), tras el mínimo histórico alcanzado el pasado mes de junio (51,7). Es decir, un descenso de 5,4 puntos.
Evolución desde septiembre de 2004
Un dato inferior a 100 puntos indica que el pesimismo sobre la situación de la economía supera al optimismo. Y es que, no por casualidad, dos de cada tres ciudadanos encuestados por el Centro de Investigaciones Sociológicas (el 65 por ciento) consideran que la economía está hoy peor que hace un año, y casi la mitad afirma que empeorará aún más el año que viene. Así, las principales preocupaciones de los españoles siguen siendo la coyuntura económica y el paro.
La confianza sólo ha crecido una vez én los últimos 15 meses
El ICC tan sólo ha aumentado en un mes de los últimos 15. Tal crecimiento se produjo, curiosamente, el pasado mes de febrero, poco antes de la celebración de las elecciones generales, al calor de las promesas electorales y el optimismo económico mostrado por el Gobierno socialista de cara al futuro.
Sin embargo, existe otro indicador comparable estadísticamente para percatarse de la caída real que ha experimentado la confianza de los consumidores en España a lo largo de los últimos meses. Así, el Indicador de Confianza del Consumidor que construye la Unión Europea, con datos parecidos a los del ICO (aunque, en este caso, la encuesta se elabora sólo en base a las perspectivas futuras) se realiza desde 1985. De hecho, incluye a España desde 1986 (año de ingreso en las Comunidades Europeas).
Los datos ajustados estacionalmente muestran que la confianza del consumidor español está en mínimos históricos, al menos, desde que existen mediciones al respecto (1986), tras registrar el pasado mes de julio -38,6 puntos. Un registro incluso inferior al anterior mínimo histórico, alcanzado en octubre de 1992 (-37,4), en plena crisis económica, tal y como recoge el blog Wonkapistas.
Los datos ajustados estacionalmente muestran que la confianza del consumidor español está en mínimos históricos, al menos, desde que existen mediciones al respecto (1986), tras registrar el pasado mes de julio -38,6 puntos. Un registro incluso inferior al anterior mínimo histórico, alcanzado en octubre de 1992 (-37,4), en plena crisis económica, tal y como recoge el blog Wonkapistas.
El pesimismo en España es muy superior al de la UE
Además, la reciente caída de la confianza en España ha sido mucho más pronunciada que la experimentada en la UE27. Así, frente el diferencial en julio de 2007 era de -9,7 puntos, frente al -18,6 puntos existente en la actualidad. De hecho, el pasado mes de junio, dicha diferencia llegó a ser de -21,2 puntos.
En julio, el ICC sólo mejoró la percepción de los consumidores sobre su economía doméstica, mientras que las expectativas sobre empleo fueron las que más retrocedieron.
Según el ICO, las malas expectativas sobre el empleo van en línea con la situación del mercado laboral, mientras que la caída del índice en general refleja la incertidumbre generalizada que están viviendo los consumidores ante la economía.
Fuente: SpainEconomyWatch
El índice de confianza es la media de dos indicadores: el de situación actual y el de expectativas, que han bajado en ambos casos, sobre todo el segundo.
El indicador de situación actual ha bajado 4,1 puntos, hasta los 32,8, porque los consumidores creen que ha empeorado la situación del mercado laboral y de la economía española en los últimos seis meses, aunque creen que la situación económica del hogar es ligeramente mejor.
Las expectativas de los consumidores para los próximos seis meses también han retrocedido (este indicador baja 6,7 puntos, hasta los 59,8) debido a la percepción por el empleo, seguida de la de la situación económica del país y la economía familiar.
El ICO advierte de que esta nueva caída de la confianza de los consumidores "anticiparía" una "importante" moderación del consumo privado, como ya ha previsto el Gobierno en la revisión de su cuadro macroeconómico. En este sentido, según los analistas de la entidad bancaria BNP Paripas, una caída en la confianza de los consumidores anticipa un descenso similar en el consumo con un desfase próximo a los 3 meses.
El índice de confianza es la media de dos indicadores: el de situación actual y el de expectativas, que han bajado en ambos casos, sobre todo el segundo.
El indicador de situación actual ha bajado 4,1 puntos, hasta los 32,8, porque los consumidores creen que ha empeorado la situación del mercado laboral y de la economía española en los últimos seis meses, aunque creen que la situación económica del hogar es ligeramente mejor.
Las expectativas de los consumidores para los próximos seis meses también han retrocedido (este indicador baja 6,7 puntos, hasta los 59,8) debido a la percepción por el empleo, seguida de la de la situación económica del país y la economía familiar.
El ICO advierte de que esta nueva caída de la confianza de los consumidores "anticiparía" una "importante" moderación del consumo privado, como ya ha previsto el Gobierno en la revisión de su cuadro macroeconómico. En este sentido, según los analistas de la entidad bancaria BNP Paripas, una caída en la confianza de los consumidores anticipa un descenso similar en el consumo con un desfase próximo a los 3 meses.
Vaticina la caída del consumo privado
Así, según tales estimaciones, el gasto de los consumidores registrará una caída próxima a los 4 ó 5 puntos en el próximo mes de octubre.
Por otro lado, los consumidores han mostrado unas expectativas inflacionistas menores que el mes anterior, al tiempo que han aumentado sus expectativas de nuevas subidas de los tipos de interés y se han reducido las relativas a sus posibilidades de ahorro y de compra de bienes de consumo duradero para el próximo año.
Los consumidores más pesimistas son los de mediana edad (de 45 a 64 años), seguidos de los mayores de 65 años y después los jóvenes. Además, la peor percepción la tienen los habitantes de las poblaciones pequeñas y medianas, mientras que mejora a medida que son mayores las poblaciones de esas ciudades.
Los consumidores más pesimistas son los de mediana edad (de 45 a 64 años), seguidos de los mayores de 65 años y después los jóvenes. Además, la peor percepción la tienen los habitantes de las poblaciones pequeñas y medianas, mientras que mejora a medida que son mayores las poblaciones de esas ciudades.