LD (Lorenzo Ramírez) De esta forma, el crecimiento de los parados es del 9,5 por ciento en el segundo trimestre. Ya existen 2.381.500 desempleados en España, lo que eleva aún más las dificultades que vive la economía y pone en riesgo la capacidad de las familias para llegar a fin de mes, según los datos publicados este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La crisis está afectando a todos los sectores productivos y el número de ocupados sólo ha crecido en 22.900 personas, diez veces menos que los puestos de trabajo destruidos entre marzo y junio. Andalucía, Comunidad Valenciana y Madrid son las comunidades más afectadas.
La tasa de desempleo no superaba un porcentaje de esta naturaleza desde el cuarto trimestre de 2004, cuando llegó a situarse en el 10,56 por ciento. Estas cifras superan las últimas previsiones del Gobierno, que estimaban una tasa de paro del 9,8 por ciento para este año y del 10 por ciento para 2009.
Y la tendencia no es nada esperanzadora, ya que en los últimos doce meses el paro acumula una subida de 621.600 desempleados, lo que supone un espectacular crecimiento del 35,3 por ciento, mientras que el número de ocupados sólo se ha incrementado en 57.800 personas. Es decir, que la economía española destruye empleo neto.
Estos datos coinciden con la creciente debilidad que viene experimentando el ritmo de afiliación a la Seguridad Social durante los últimos meses. El hecho de que el mercado laboral sea incapaz de reabsorber los despidos masivos que se están produciendo en sectores vitales para el Producto Interior Bruto (PIB), como la construcción, la industria y el turismo avanza el riesgo de nuevos repuntes del paro, tal como admitió el miércoles el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino corbacho.
Tres millones de parados en 2008
De mantenerse el ritmo de destrucción de empleo actual (207.400 personas por trimestre), la EPA de finales de año podría arrojar la escalofriante cifra de casi un millón de desempleados menos en el conjunto de 2008, acercándose a los tres millones de parados.
Si la población activa crece en el entorno del 3 por ciento, la tasa de paro podría superar el 13 por ciento. Y estas previsiones son incluso, halagüeñas, porque la crisis constructora y los problemas de las aerolíneas pueden elevar aún más el volumen de despidos después del verano.
En el segundo trimestre, el ladrillo fue el sector más afectado, con una destrucción de 122.400 empleos, es decir, 215.700 puestos de trabajo menos en lo que va de año. Seguido por la industria, con 68.400 parados más y la agricultura, con 41.800. El único sector que creó empleo entre abril y junio y que compensó la caída de la ocupación del resto de actividades económicas fue el de servicios, donde se generaron 255.500 puestos de trabajo.
Por su parte, la tasa de temporalidad descendió más de siete décimas en el segundo trimestre y consiguió bajar de la barrera del 30 por ciento. Ello fue resultado de un incremento de los asalariados con contrato indefinido de 153.400 personas y de una caída de los contratados temporalmente de 117.800.
Crecen los hogares con todos los miembros en paro
Las dificultades de las familias quedan patentes en la última EPA. Entre abril y junio de este año el número de hogares que tienen a todos sus miembros activos ha caído en 49.500 hogares. Pero si se analizan las cifras interanuales (en los últimos doce meses) el volumen es de 98.800 familias. Por ello, los hogares donde todos sus miembros están en paro se ha disparado en 174.200 unidades en el último año.
Por Comunidades Autónomas, los mayores incrementos del paro en el segundo trimestre se registran en Andalucía (56.400 desempleados más), Comunidad Valenciana (52.200) y Madrid (50.800). Sólo se observa un descenso apreciable en Baleares, con 10.300 parados menos.
En los últimos doce meses los mayores aumentos de parados corresponden a Andalucía (178.500 más), Madrid (92.100), Comunidad Valenciana (81.600), Canarias (65.900) y Cataluña (65.300). Con todo ello, las tasas de paro más altas al cierre de junio se contabilizan en Andalucía (16,27 por ciento), Canarias (16 por ciento) y Extremadura (13,86 por ciento).