L D (EFE) El anuncio fue realizado por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, después de la polémica desatada por el rechazo del Senado a esa medida, con el voto decisivo del vicepresidente, Julio Cobos.
La subida de impuestos a la exportación de granos fue decretada por el Gobierno en marzo pasado, lo que desencadenó una ola de movilizaciones y protestas del sector agropecuario que provocaron pérdidas millonarias y un severo desgaste de la presidenta Cristina Fernández.
La medida, que entrará en vigor tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado, el próximo lunes, establece que el nivel de impuestos para las exportaciones de soja, trigo, maíz y girasol se retrotraiga a los niveles establecidos en noviembre último.
Por lo tanto, en lugar de las retenciones progresivas que regían desde marzo, para las exportaciones de soja volverá a aplicarse un impuesto fijo del 35 por ciento, del 28 en el caso del trigo, del 25 en el del maíz y del 23 por ciento para las de girasol.
El primer artículo del decreto que leyó ante periodistas el jefe de Gabinete en la Casa de Gobierno instruye al ministro de Economía, Carlos Fernández, "para que limite la vigencia de resoluciones" que a partir de marzo modificaron el esquema impositivo.
El texto de la medida, que lleva la firma de la jefa del Estado, defiende la decisión del Ejecutivo de aplicar el plan de retenciones que rechazó el Senado y cuestiona las protestas que llevaron a cabo las entidades agrícolas a partir de su puesta en marcha.