L D (Europa Press) El Comisario General de la Policía Científica, Miguel Ángel Santano, ha asegurado este lunes que se siente "encantado, estupendamente y muy bien" tras conocerse la semana pasada la sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid sobre el denominado caso del ácido bórico, con la que, valoró, "se ha venido a poner luz al asunto".
Santano realizó estas reflexiones en declaraciones a los medios de comunicación, tras intervenir en el curso que dirige en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) 'La policía científica del siglo XXI en el marco europeo'.
El comisario admitió haberse quitado "un gran peso de encima" tras conocer la sentencia por la que se le absuelve a él y a otros tres integrantes de la Policía Científica de la supuesta manipulación de un informe policial incluido en el sumario del 11-M para eliminar las relaciones entre estos atentados y ETA, al considerar que las observaciones relativas a la banda terrorista que introdujo el perito Manuel Escribano no tienen "consistencia" ni "rigor científico".
Santano matizó que su sentimiento no era sólo por su propia situación y la de los tres funcionarios acusados, sino por la de la Policía Científica y la Policía "en general". "No era tan importante que yo estuviera todo el día en el candelero por unos medios que me atacaban, como que se había puesto en cuestión la ética, la moral y la forma de trabajar" de la Policía Científica, manifestó, si bien reconoció que para él, recibir estos ataques ha sido "desagradable".
Además, indicó que esta situación había generado un "tremendo malestar" en el seno de la Policía Científica, debido a las condiciones en que se investigó desde este cuerpo el atentado del 11 de marzo.
Así, detalló que se trabajó sobre 26.000 evidencias durante dos años enteros, lo que tuvo como consecuencia la celebración del juicio, algo que "ningún país" había podido hacer "en tan poco tiempo".
Santano lamentó que, frente a las felicitaciones recibidas por países europeos y del resto del mundo, los mayores ataques fueron en su "propio país" y por un hecho que calificó de "solamente tontería", utilizada para poner en cuestión su trabajo. No obstante, aseguró que él ya está "contento" y que no espera que nadie le pida disculpas.
Finalmente, confió en que la imagen del cuerpo no se haya visto resentida por los ataques recibidos a raíz de este caso, y señaló que en las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) la Policía sigue siendo el cuerpo más valorado por los ciudadanos. "Esto se lo ha creído quien se lo quería creer, y algún inocente", sentenció.
Duro reproche de la sentencia a Santano
Sin embrago, la sentencia da particularmente a Santano un duro revés en la sentencia. Dice textualmente el tribunal encargado de juzgar a la cúpula policial que la actitud del Comisario jefe "es incompatible con la responsabilidad derivada de su cargo, cuando se trataba del asunto más importante de este país, a nivel policial y judicial. Semejante frivolidad no podía permitírsela el titular de la Comisaría General de Policía Científica, una de las cinco comisarías generales de la Policía Nacional. Por lo que, cualquiera que fueran sus motivaciones últimas, no cabe duda de que estaba al tanto de toda la operación y, por tanto, que conocía y secundaba todas las deciones".
"La Policía está para esclarecer delitos, aunque sean de la propia Policía"
Además, el Comisario General de la Policía Científica, Miguel Ángel Santano, ha afirmado que "la Policía está para esclarecer delitos, aunque sean de la propia Policía", en relación a los casos protagonizados por agentes en las localices madrileñas de El Molar o Coslada.
El comisario opinó que estos casos perjudican "sin lugar a duda" la imagen de la Policía. "Pero también beneficia a la imagen que los ciudadanos tengan la certeza de que la Policía investiga y al final acaba con las tramas, y eso es importante", aseveró.
Santano admitió que "no se puede evitar que entre los cientos de miles de policías, como en cualquier profesión, que en algún momento cometan alguna actividad ilícita o administrativa incorrecta", pero matizó que los cuerpos de seguridad investigan delitos, aunque sean de ellos mismos, y recordó la existencia de unidades de asuntos internos.
En el caso de la localidad madrileña de El Molar, desde el pasado viernes han sido detenidas diez personas, entre ellas el jefe de la Policía Local del municipio, Tomás Felipe Boto, y dos guardias civiles, en una operación relacionada con el tráfico de drogas.
En Coslada, una treinta de agentes de la Policía Local fueron detenidos el pasado mes de mayo, entre ellos el ex jefe superior, Ginés Giménez, acusados de extorsionar a diferentes negocios de la localidad y a prostitutas, además podrían estar implicados en un delito por tráfico de drogas.