L D (Agencias) En declaraciones a los medios desde Burgo de Osma, Mariano Fernández Bermejo se limitó a decir, sobre la inminente salida de prisión de De Juana Chaos, que "cuando las penas se cumplen, en un estado de derecho se sale de la cárcel". "Confío en que el tratamiento haya sido el que tenía que ser" y "este hombre entienda lo que es la vida en sociedad", continuó el ministro.
Bermejo insistió en la necesidad de respetar toda decisión judicial, aunque advirtió de que "el peso de la ley caerá con toda su fuerza sobre los que vayan por el camino equivocado". También se refirió a las calles con nombres de etarras y la postura del Gobierno. Según dijo, el Ejecutivo actuará con "toda la contundencia jurídica que sea necesaria" respecto a la retirada de placas pero no concretó acciones concretas.
La tibia respuesta del titular de Justicia contrasta con la lógica indignación que la noticia ha causado en las víctimas, en partidos políticos como el PP y en buena parte de la sociedad.
En declaraciones a Europa Press, José Antonio García Casquero planteó la posibilidad de que la Fiscalía actúe ante esta "provocación" y evite a través de una orden de alejamiento que víctimas de ETA "se crucen todos los días por la calle" con viudas y huérfanos de asesinados por la banda terrorista, entre ellos, la madre y la viuda de Joseba Pagazartundua.
En este contexto, consideró de "sentido común" que el Gobierno promueva cambios en la legislación para que los presos de ETA que abandonen la cárcel no puedan residir en la misma localidad que las víctimas de la banda. "Es lo más sensato para que las víctimas no se crucen todos los días con los asesinos de sus familiares", remachó.
Dicho esto, llamó la atención sobre el hecho de que De Juana abandone la prisión este año después de que el Tribunal Supremo rebajara su pena de 12 a tres años por un delito de amenazas, algo que achacó a la "negociación" del Gobierno con ETA durante la tregua. "No debería haber salido de la cárcel este año", subrayó tras recordar que fue condenado por 25 asesinatos.
Por otra parte, respaldó la propuesta del líder del PP, Mariano Rajoy, para que se obligue por ley a retirar todas las placas de homenaje a etarras en el País Vasco. "El Gobierno tiene que tomar cartas en el asunto y no permitir que haya una calle ni una placa que lleve el nombre de un asesino de ETA, porque esto no es propio de un país civilizado", señaló.