(Libertad Digital) "Los días que juega la selección hay que demostrarlo también haciendo cosas buenas para el país y una de las cosas buenas para España es que se haga un consumo responsable de electricidad. No buscamos que la gente pague más por la luz, sino que ahorre, por su propio bien, el del país y el del planeta en el que vivimos", ha afirmado Sebastián para explicar los motivos de la subida de la tarifa eléctrica. "No se trata de que la gente pague más luz, sino que ahorre más luz, y se puede, se puede ahorrar luz".
La revisión de las tarifas eléctricas entrará en vigor a partir del 1 de julio y, según el Gobierno, supondrá una subida media el 5,6 por ciento. Según ha explicado el ministro, esta nueva tarifa busca tres cosas: el consumo responsable, evitar que se incremente el déficit tarifario y promover la competitividad de la economía española, y por tanto el empleo.
La culpa es del PP
Según el titular de Industria, el déficit tarifario, al que llamado "déficit Rato-Montoro", fue creado por el gobierno del PP en 1999. Aunque no ha explicado por qué el PSOE no lo eliminó antes, Sebastián ha dicho que se trata "de una hipoteca invisible, porque los consumidores se están endeudando a un plazo de 15 años". A su juicio, "es un sistema insolidario con los consumidores futuros" e "incentiva el consumo energético en exceso, porque provoca mayores consumos y alimenta de forma artificial los beneficios de las compañías eléctricas, aumenta las emisiones de CO2, contribuye al cambio climático y perjudica a la balanza exterior española porque aumenta las importaciones energéticas".
Sin embargo, según el Foro Nuclear, la única forma de reducir la dependencia energética española del exterior es mediante este tipo de energía. La implantación de nuevas plantas nucleares (hasta alcanzar el 30 por ciento de la producción eléctrica en 2030) ahorrarían hasta 21.000 de euros sólo en la compra de emisiones de CO2. En cambio, las energías renovables, engordan el déficit tarifario español, ya que al estar subvencionadas las terminan pagando las compañías eléctricas y los consumidores a través de los impuestos que gravan el consumo eléctrico.
A pesar de los esfuerzos de Sebastián, la nueva tarifa eléctrica no ha dejado contento a nadie. Ni a la Comisión Nacional de la Energía (CNE), ni a las compañías eléctricas, ni a los consumidores. La CNE insiste en que esta subida del 5,6 por ciento es insuficiente para sufragar este déficit tarifario y sería necesario que alcanzara el 11,3 por ciento. Las compañías eléctricas piden una subida del 20 por ciento y las asociaciones de consumidores se quejan porque aseguran que se trata de una subida mucho mayor de lo que el Gobierno reconoce para la mayor parte de los clientes.