LD (M. Llamas) Tarde o temprano, Zapatero se verá obligado a emplear el término “crisis”. La consultora inmobiliaria R.R. de Acuña & Asociados estima que España cuenta con una sobreoferta de pisos de hasta 2,7 millones de unidades. El sector inmobiliario sufrirá un “fuerte ajuste” durante los próximos 7 años, y el precio de los pisos caerá hasta un 30 por ciento en los tres próximos ejercicios. Como resultado, la economía nacional entrará en recesión, como mínimo, hasta 2010, según los expertos.
La crisis que vive el país se traducirá en una recesión económica. Es decir, un crecimiento negativo del PIB español que, como mínimo, se prolongará hasta 2010, según el último estudio del mercado inmobiliario elaborado por la consultora R.R. de Acuña & Asociados.
“El sector inmobiliario residencial en su conjunto, tanto por el gran desajuste existente entre oferta y demanda, como por la estructura actual de inversión de las inmobiliarias y su alto endeudamiento, se encuentra inmerso en un desequilibrio irracional que no se había producido nunca antes en las economías occidentales”.
Dicho desajuste comenzó a producirse en 2004. Sin embargo, los bajos tipos de interés y la escalada de precios de los pisos, animó una “demanda especulativa adicional que, favorecida por estas circunstancias, ha confundido liquidez con solvencia”, según estros expertos. En la actualidad, España cuenta con una sobreoferta o stock de viviendas no vendidas (tanto en obra nueva como segunda mano) que oscila entre 1.6 y 2,7 millones de unidades. Mientras, la demanda anual de pisos apenas asciende a 270.000 ó, como mucho, 345.000 inmuebles.
De este modo, la sobreoferta inmobiliaria actual tardará en disolverse entre 4,7 y 6,7 años para restablecer el equilibrio en el sector. Una media próxima a los 5 años, tal y como avanzó Libertad Digital. Y eso, considerando que, a partir de 2007, no se iniciase ninguna vivienda, según el informe. Además, Acuña prevé que en los 2 ó 3 próximos años el precio de los pisos registrará un “descenso ininterrumpido” que, en términos nominales (sin contar la inflación), estima en torno al 15 por ciento acumulado.
Es decir, una caída de precios de hasta el 30 por ciento en términos reales en el futuro próximo. En concreto, el precio de la vivienda caerá un 5 por ciento en términos nominales en 2008, y hasta un 7 por ciento en 2009, según sus previsiones.
El precio de los pisos se derrumbará hasta un 30 por ciento
Así, dado el volumen actual de este desajuste, es “necesario un periodo largo para que el sector vuelva a su normalidad”. Por ello, Acuña estima “4 años de duro ajuste más otros 3 de consolidación”, con “graves repercusiones” en el conjunto de la economía y el empleo español. Una estimación algo mayor a la avanzada ayer por Deutsche Bank.
A lo largo de los últimos años, en donde se construyeron una media de 600.000 ó 700.000 viviendas, el sector de la edificación residencial ha mantenido un peso en el PIB nacional próximo al 10 por ciento. Si a ello se suma el efecto indirecto multiplicador (2,5) de la edificación en el conjunto de la economía, el peso total de este sector en el PIB asciende al 25 por ciento.
Sin embargo, la contracción, que ya se está produciendo y que se intensificará en el futuro próximo, “hará disminuir los volúmenes de obra nueva a cerca de 200.000 ó 150.000 unidades” al año. Es decir, que la “participación de la edificación en el PIB descenderá del orden de un 75 por ciento. Esto es un efecto negativo sobre el PIB de menos de 7,5 puntos”, según el documento.
El PIB registrará un crecimiento negativo del 1,2 por ciento en 2009
Como resultado, el PIB nacional crecerá entre un 1,7 y un 1 por ciento, como mucho, en 2008. En 2009, España sufrirá un crecimiento negativo de hasta el 1,2 por ciento interanual. Es decir, padecerá un ejercicio de plena recesión económica (más de dos trimestres con tasas de PIB negativas). De hecho, en la actualidad, los principales indicadores relativos al consumo y a la industria ya están en recesión técnica, tal y como avanzó LD.
Sin embargo, esta situación se prolongará, como mínimo, hasta 2010, en donde la economía española “tocará fondo”, según los expertos. En este punto, la recuperación del PIB nacional dependerá del precio del petróleo y los tipos de interés (Euríbor), añaden. Pero de lo que no cabe duda es que se trata de un “ajuste irreversible”, según la consultora.
Y es que, el “impacto que produce el descenso de la edificación en el PIB es muy importante”, y éste deberá ser absorbido por el resto de los sectores económicos, “aproximadamente durante un período de 4 ó 5 años”. Sin embargo, el informe señala que es “muy difícil que el resto de la economía compense una contracción de esta magnitud, de no mediar políticas fiscales de gran gasto de inversión. Hecho aún más difícil, dadas las limitaciones de déficit que impone a los presupuestos del Estado la Unión Monetaria Europea”, advierte.
700.000 empleados menos en la construcción
De este modo, el PIB nacional sufrirá un “descenso próximo al 10 por ciento con respecto a la UE-15” durante los próximos años. Así, el empleo, tanto de la construcción como del conjunto de la economía, también se verá afectado “negativamente”. En concreto, el estudio avanza que el ajuste inmobiliario expulsará del sector de la construcción a casi 700.000 trabajadores en 2009, respecto a 2007. Desde 2,66 millones en 2007, a 1,96 millones en 2009, tras un descenso del empleo de la construcción del 11,3 por ciento en 2008 y del 16,8 por ciento en 2009.