L D (Pablo Montesinos) La plaza de la República Dominicana de Madrid se ha convertido este sábado en un mausoleo en recuerdo a las víctimas del terrorismo. Desde horas antes, cientos de ciudadanos se fueron congregando en los alrededores para poder transmitir su apoyo a quienes ETA intentó arrebatar su felicidad. Junto a ellos autoridades y personalidades de todo ámbito.
Fue aclamada a su llegada Esperanza Aguirre al grito de "presidenta, presidenta". Ignacio Astarloa recibió el afectuoso saludo de decenas de personas. También estuvieron presentes Manuel Fraga, el alcalde Alberto Ruiz Gallardón así como miembros de la Fundación DENAES, la AVT o el Foro Ermua. El Gobierno, invitado, no estuvo representado. Tampoco se dejó ver nadie del Partido Socialista.
Con el monumento de Pedro Requejo Novoa allí presente, comenzaron los discursos. Palabras emotivas pero también de responsabilidad. "Esta plaza tiene la historia del asesinato colectivo, pero también del recuerdo y de nuestra lucha" incidía Iñaki Ezkerra, presidente del Foro Ermua. Los aplausos fueron una constante. También cuando realizó una explícita mención sobre María San Gil: "Ya podríamos tener los vascos una lehendakari así". "¡María, María, María!" gritaron entonces los cientos de congregados.
El nuevo presidente de la AVT, Juan Antonio García Casquero, también subió a la tribuna. Fue entonces cuando quiso saltarse el protocolo para llamar a las víctimas. Para que se acercaran y los españoles pudieran poner cara a quienes los verdugos intentaron asesinar. Muchos no pudieron evitar las lágrimas. "Lo importante son las víctimas, nunca hay que olvidarlo", afirmó.
Gallardón, emocionado tras escuchar a Manuela Lancharro
No pudo evitar las lágrimas ni antes, ni durante su discurso, ni tampoco después. Fue, sin duda, el momento más emotivo. El propio Alberto Ruiz Gallardón no pudo contener su consternación. La hermana de uno de los agentes asesinados por ETA, Manuela Lancharro, intervino para dejar claro que ha pasado "unos momentos muy duros" por la indecencia del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. La negociación y cesión a los asesinos y el ver a De Juana Chaos en libertad supuso para ella "una gran decepción": "La Justicia nos ha fallado… parece que hay leyes favorables para los asesinos".
El último en intervenir, Santiago Abascal. El presidente de DENAES sabe muy bien qué es ETA y cuál es su discurso. El también diputado del PP en el País Vasco agradeció a las víctimas su coraje y entrega a la par que suplicó, "por España y por su libertad", que nunca callen ante la injusticia.
Durante su intervención, Abascal pidió que los españoles no olviden que el Gobierno "nos hizo creer que los asesinos eran hombres de Paz". "La excarcelación de De Juana fue una bofetada para las víctimas y para España", apostilló. También tuvo palabras el diputado vasco para la última víctima de ETA, Juan Manuel Piñuel: "Has muerto por ser español en una tierra en la que serlo cuesta la vida".
Descanso por las almas, flores y lágrimas
El acto, que concluyó al son del himno nacional, también contó con el "Descanso por las almas" y un rosario de flores a los pies del inaugurado monumento. Una escultura bajo la cual Esperanza Aguirre también recordó a las víctimas, símbolo de la libertad.
Tras ello, llegaba entonces el momento de los corrillos, de los comentarios y de las valoraciones. En declaraciones a Libertad Digital, Ignacio Astarloa echaba de menos a algún representante del Gobierno. También lo hacía Iñaki Ezkerra, que sin embargo recordaba que "la negociación con ETA todavía está en el aire". "El monumento -destacaba- no es algo frío" ya que "nosotros estamos aquí para que no sea así".
"Éste no era un acto de izquierdas o derechas, era un acto de apoyo a las víctimas", sentenciaba Santiago Abascal, también preguntado por la ausencia de dirigentes del Gobierno y el PSOE. Pese a ello, recalcaba, el acto ha sido "emocionante". "Hoy han estado presente en esta plaza mucha gente de bien", apostillaba Astarloa en declaraciones a LD.
Los ciudadanos también recordaron a María San Gil
El palpar de los ciudadanos también quedó presente gracias a sus impresiones y pancartas. Bajo un mar de banderas de España, los allí presentes corearon sin cesar el nombre de María San Gil. "Es una heroína del País Vasco", resaltaba un transeúnte. Esperanza Aguirre también fue recibida y despedida con aplausos. Las víctimas, las más ovacionadas. Alberto Ruiz Gallardón no tuvo más remedio que escuchar algunos abucheos. En las pancartas, palabras de apoyo a los familiares de las víctimas y críticas al Gobierno por sus constantes cesiones en la pasada legislatura.
"No me van a hundir, sacaré fuerzas", dijo Manuela Lancharro durante su intervención. A la vista de lo presenciado este sábado en la fatídica plaza República Dominicana de Madrid, nunca estará sola.