LD (M. Llamas) Si el número de venta de pisos que ha registrado las grandes inmobiliarias españolas (Realia, Metrovacesa, Vallehermoso, Acciona Inmobiliaria, Martinsa-Fadesa, Reyal Urbis y Parquesol), con un descenso interanual del 73,5 por ciento en el primer trimestre de 2008, asusta, las cifras que arroja el mercado de suelo en España provoca escalofríos.
Y es que, el negocio de los solares ha desaparecido, literalmente, del balance de dichas compañías e, incluso, comienza a generar pérdidas multimillonarias. Las ventas de suelo caen hasta un 100 por cien en el primer trimestre del año, en comparación con el mismo periodo de 2007, y tiñen de rojo sus cuentas.
El caso de Colonial es el más paradigmático, puesto que su balance registra pérdidas netas en este ámbito. Sus ventas de promociones y suelo aumentan un 125,2 por ciento (desde los 32,3 millones hasta los 72,6), pero el coste de este tipo de transacciones sube un 222,6 por ciento y los gastos derivados de tal actividad un 121 por ciento. Como resultado, el margen del negocio de los solares arroja números rojos, tras registrar unas pérdidas por valor de 2,1 millones de euros. Mientras que en el primer trimestre de 2007 arrojó unas ganancias de 8,6 millones. Es decir, ha tenido que vender terrenos por debajo de su precio de coste o adquisición
A ello, hay que sumar las provisiones que ha tenido que realizar la empresa como consecuencia directa de la disminución de valor de mercado de sus activos inmobiliarios, incluida, su reserva de suelo (2,2 millones de metros cuadrados). Así, Colonial ha experimentado un saldo negativo de 202,6 millones de euros, debido a las provisiones que ha tenido que aplicar, por los ajustes atribuibles a la diferencia entre la valoración de mercado y el valor contable de sus suelos y promociones.
De este modo, Colonial reconoce que la valoración de sus activos a precio de mercado (en lugar de a precio de coste, tal y como establece por el momento la contabilidad vigente) ha detraído de sus resultados 395 millones de euros en total. Ello ha provocado que sus cuentas registraran unas pérdidas netas de 272 millones de euros en el primer trimestre.
Su informe trimestral recoge que “esta actualización del valor de los activos inmobiliarios, con la correspondiente provisión, supone un ejercicio de transparencia contable para adecuar la información al mercado y los accionistas a la situación real del sector y de la compañía”. Sin embargo, no todas las empresas han aplicado el mismo método de cálculo a la hora de valorar sus activos inmobiliarios.
Contabilidad irreal
La mayoría de las compañías siguen contabilizando en sus balances sus respectivas carteras de suelo al precio de coste o adquisición, y no al valor real de mercado, según señalan fuentes del sector a Libertad Digital. Es decir, “sus cuentas no reflejan la realidad del mercado”, por lo que las pérdidas reales del sector en el primer trimestre del año podrían ser mucho mayores, añaden. El valor de los terrenos ha registrado en general una caída próxima del 90 por ciento como consecuencia de la nueva legislación del Gobierno, tal y como avanzó LD.
“Las inmobiliarias se resisten a contabilizar a precio de mercado este tipo de activos, ya que están a la espera de que el Ejecutivo cambie el método de valoración de suelo que aprobó el pasado año”, indican estas mismas fuentes.
Así, por ejemplo, Reyal Urbis reconoce este aspecto: “Es importante destacar que el Grupo tomó la decisión de no hacer uso de la posibilidad establecida en la NIC 40 (normas de contabilidad internacional) de registrar los inmuebles de inversión a su valor razonable (valor de mercado). Esta norma permitiría contabilizar estos activos a su valor de mercado registrando las variaciones del período directamente en la cuenta de resultados”. Sin embargo, Reyal Urbis decidió no aplicar el valor de mercado para evitar la “volatilidad que podría producir su aplicación”, añade.
Por otra parte, independientemente del valor real de estos activos, muy inferior al que reflejan sus cuentas, la venta de solares y terrenos ha desaparecido por completo del mercado inmobiliario español. Y ello, en apenas un año. El balance de Reyal Urbis muestra que sus activos en terrenos y solares registran unas pérdidas del 3 por ciento (-122 millones de euros) en los tres primeros meses de 2008 respecto al mismo periodo del pasado año.
En el caso de Martinsa-Fadesa, el mercado de suelo sufre un descenso del 99,3 por ciento, al registrar unos ingresos de apenas 300.000 euros, frente a los 45,2 millones ingresados en el primer trimestre de 2007. Sin embargo, su resultado es también negativo, puesto que el coste de ventas asciende a 700.000 euros. Es decir, arroja una saldo negativo de 400.000 euros. Su cartera de activos asciende en la actualidad a 28,7 millones de metros cuadrados, si bien advierte que casi el 41 por ciento de estos terrenos “se encuentra fuera de España”.
Ni ventas ni beneficios
Parquesol tampoco se queda atrás: No ha logrado ingresar ni un solo euro por la venta de solares en el primer trimestre. Sin embargo, a fecha de marzo de 2007, dicha empresa ingresó 3,5 millones de euros. Es decir, ha experimentado una caída del 100 por cien.
Por su parte, Realia ha ingresado 19,1 millones de euros por ventas de suelo frente a los 137,3 millones registrados en el primer trimestre de 2007. Es decir, un 86 por ciento menos. Además, su margen bruto de negocio en este ámbito se reduce un 83 por ciento en apenas 12 meses. Su cartera de suelo edificable asciende a 3 millones de metros cuadrados, “descontando los suelos en construcción y los que pertenecen a socios minoritarios”.
Por último, las ventas de suelo de Vallehermoso caen cerca de un 60 por ciento respecto al primer trimestre de 2007 (45 millones frente a 109, respectivamente). Sin embargo, destaca el hecho de que tales ventas “no produjeron margen en 2008”, cuando el pasado año el margen de beneficios en suelo ascendió al 42 por ciento.
Los visados de obra nueva se deploman un 60 por ciento
Es decir, las inmobiliarias no venden suelo (el mercado está parado). De hecho, la estadística de edificación del Consejo Superior de Arquitectos de España muestra que los visados para obra nueva se han desplomado casi un 61 por ciento en el primer trimestre del año respecto al mismo periodo de 2007. Una caída, pues, drástica en el inicio de nuevas promociones.
Además, el escaso terreno que logran vender conlleva un margen de beneficio nulo e, incluso, negativo. Por último, el valor de mercado de su abultada cartera de activos inmobiliarios es, en realidad, muy inferior al que reflejan sus cuentas (precio de coste, en la mayoría de los casos). Todo ello avanza que los resultados de las grandes inmobiliarias durante los próximos trimestres serán, incluso, peores que en la actualidad.