LD (EFE) El Banco de Inglaterra ha anuncuiado que canjeará temporalmente bonos del tesoro por hipotecas bancarias por un valor calculado de 50.000 millones de libras (62.500 millones de euros), con el fin de inyectar liquidez al mercado. Por sus dimensiones, el programa de rescate del sistema bancario está respaldado por el Gobierno británico.
En un comunicado publicado en su página web, el Banco de Inglaterra explica que, debido a la crisis derivada de la quiebra del mercado de las hipotecas de alto riesgo en EEUU, los bancos tienen ahora demasiados activos hipotecarios que no pueden utilizar para conseguir financiación. Los propios bancos se niegan a prestarse dinero unos a otros por temor a incurrir en deudas de difícil cobro. Según advierte el banco, "los mercados financieros no están operando con normalidad, y si no se actúa, podría tener un impacto en la economía".
La entidad emisora de Inglaterra precisa que el Plan especial de Liquidez, destinado a aumentar la confianza en los mercados financieros, tiene tres características principales. El canje de bonos por valores hipotecarios "de alta calidad" se hará por un periodo de un año, con posibilidad de extenderlo hasta un total de tres, según la entidad. Sólo serán aceptados los activos existentes a finales del 2007, mientras que el plan no podrá utilizarse para financiar nuevos préstamos. Otro punto fundamental del programa es que "el riesgo de pérdidas por préstamos es asumido totalmente por los bancos".
"El Plan especial de liquidez del Banco de Inglaterra está diseñado para mejorar la posición de liquidez del sistema bancario y aumentar la confianza en los mercados financieros, mientras garantiza que los bancos asumen el riesgo de las pérdidas por los préstamos que han hecho", afirma el gobernador del banco central, Mervyn King, en el comunicado.
Según la nota, los bancos que se acojan al plan deberán aportar activos de un valor "mucho más significativo" que los bonos del Tesoro que obtendrán a cambio, para evitar que sea el contribuyente el que asuma el riesgo de las potenciales pérdidas. Si esos activos se devalúan -añade el comunicado-, las entidades deberán facilitar más activos o devolver algunos bonos.
Los bancos británicos que lo necesiten podrán acogerse al programa durante los próximos seis meses, a partir de hoy. A discreción del Banco de Inglaterra, que cobrará una tasa por las transacciones, podrán renovar el canje de bonos por hipotecas año tras año, hasta un total de tres, cuando se clausurará el programa. El establecimiento de un periodo concreto para las transacciones aportará seguridad a los bancos sobre su liquidez, lo que, según el Banco de Inglaterra, debería incrementar la confianza en el sector.
"El Plan especial de liquidez del Banco de Inglaterra está diseñado para mejorar la posición de liquidez del sistema bancario y aumentar la confianza en los mercados financieros, mientras garantiza que los bancos asumen el riesgo de las pérdidas por los préstamos que han hecho", afirma el gobernador del banco central, Mervyn King, en el comunicado.
Según la nota, los bancos que se acojan al plan deberán aportar activos de un valor "mucho más significativo" que los bonos del Tesoro que obtendrán a cambio, para evitar que sea el contribuyente el que asuma el riesgo de las potenciales pérdidas. Si esos activos se devalúan -añade el comunicado-, las entidades deberán facilitar más activos o devolver algunos bonos.
Los bancos británicos que lo necesiten podrán acogerse al programa durante los próximos seis meses, a partir de hoy. A discreción del Banco de Inglaterra, que cobrará una tasa por las transacciones, podrán renovar el canje de bonos por hipotecas año tras año, hasta un total de tres, cuando se clausurará el programa. El establecimiento de un periodo concreto para las transacciones aportará seguridad a los bancos sobre su liquidez, lo que, según el Banco de Inglaterra, debería incrementar la confianza en el sector.
Por sus dimensiones, el programa de rescate del sistema bancario está respaldado por el Gobierno británico, aunque se ha tratado de minimizar el riesgo para el contribuyente, subraya el banco.