L D (EFE) A todos ellos, salvo para dos de los tres a los que acusa de ser terroristas suicidas, les imputa también los delitos de tenencia y fabricación de explosivos y a otros dos de los doce que hoy han prestado declaración ante el juez (Mohamed Imren y Sarosh Aki Mohamed) les ha dejado en libertad sin medidas cautelares.
De acuerdo con el auto de prisión, los tres presuntos terroristas suicidas -Mohamed Shoaib, Mehmooh Khalib e Imran Cheema- habían llegado a Barcelona procedentes de Pakistán entre el pasado octubre y mediados de este mes de enero, un "patrón común", señala el juez, en este tipo de organizaciones extremistas islámicas, que para cometer un atentado suelen desplazar a los suicidas poco tiempo antes de realizarla.
Así, el atentado suicida contra el transporte público de Barcelona había sido programado para el fin de semana del 18-20 de enero, el mismo que fueron arrestados. A otros dos de los acusados, Maroof Ahmed Mirza y Mohammad Ayud Elahi Bibi, Ismael Moreno les acusa de ejercer el liderazgo ideológico y operativo del grupo, aunque señala a Ahmed Mirza como el líder religioso y organizador de los potenciales atentados terroristas.
Sobre la sustancia hallada por la Guardia Civil en los registros domiciliarios practicados, identificada como nitrocelulosa, y otros elementos mecánicos y eléctricos, aptos para la construcción de artefactos explosivos, el magistrado afirma que si bien carecían de la suficiente potencia destructiva para cometer un atentado "con garantías de causar estragos", podrían ser válidos para hacer prácticas en la manipulación de artefactos explosivos.
El responsable del Juzgado Central de Instrucción número dos de la Audiencia Nacional afirma que este grupo habría alcanzado capacidad operativa suficiente y se encontraría "muy próximo" a conseguir "plena capacidad técnica" en la fabricación de artefactos explosivos.
Añade en su resolución que la célula islamista desarticulada en la operación del sábado en el barrio barcelonés del Raval constituía un grupo organizado y especializado, que tenía como base ideológica el movimiento Tabligh e Jamaa, "versión rigurosa" del Islam. Esta corriente, señala el magistrado, justifica el uso "indiscriminado" de la violencia como "herramienta lícita" para lograr sus objetivos político religiosos.
Todos los detenidos, que han sido interrogados por el juez y el fiscal de la causa, Vicente González Mota, durante casi siete horas han negado las acusaciones que les atribuían, parte de las cuales, de acuerdo con el magistrado, han surgido de algunos de los coimputados así como de un testigo protegido. Los otros cinco islamistas que han ingresado en la cárcel son Mohamed Tarik, Qadeer Malik, Hafeez Ahmed, Roshan Jamal Khan y Shaib Iqbal.
La operación que permitió desarticular a este presunto grupo radical el pasado 19 de enero supuso en un primer momento la detención de 14 personas, pero dos de ellas fueron ayer puestas en libertad por la Guardia Civil.