L D (Agencias) En una rueda de prensa ofrecida en su propia casa, el popular empresario relató lo vivido el pasado 20 de diciembre, cuando un grupo de atracadores, que se apoderaron de unos 1.000 euros y algunas joyas valoradas en unos 300.000 euros, irrumpieron en su casa en el momento en que Moreno esperaba la cena en el salón.
Tras subrayar que se siente "igual de seguro que antes", Moreno señaló a los periodistas que se instalarán más cámaras y sistemas de seguridad, descantando la posibilidad de contratar un servicio de guardaespaldas. "Me siento igual de seguro que antes. No quiero vivir con miedo, ni tener recelos.
Tendría que cambiar de vida", dijo. En el rostro del productor aún están patentes los rastros de la brutal paliza que le dejó prácticamente inconsciente. Tiene mareos y la visión deficiente en el ojo izquierdo, lo que podría derivar en una nueva operación para equilibrar la vista mediante la colocación de una placa de titanio.
Moreno, que reconoció que llegó a "temer por su vida", detalló que los delincuentes "entraron por una terracita de la vivienda y pudieron salir tranquilamente por la puerta", puesto que las personas que se encontraban en el interior del chalé estaban encerradas en los baños. En el momento del suceso "habría entre cuatro y cinco personas en la casa", especificó. Según contó, las cámaras de seguridad de la zona captaron la imagen del todoterreno y la furgoneta que utilizaron los atracadores, vehículos que accedieron a la vivienda por una terraza.
Asimismo, el empresario admitió que "una parte de la inseguridad del entorno" podría haber sido culpa suya. Explicó que junto a la casa hay una parcela, en la que tiene previsto levantar "una casita de invitados". "Como no lo he hecho, la unión entre las dos parcelas y la de esa segunda parcela con la calle, entra un niño de tres años sin saltar, prácticamente. En el convencimiento de que no va a pasar nada, no te aceleras en poner grandes medidas de seguridad", puntualizó.
En su relato, describió cómo se desarrolló el ataque y el posterior asalto a una de las cajas fuertes de la vivienda. "Fue como una pesadilla, pero pensé que era una broma", apuntó Moreno, que subrayó que los atracadores "tenían información de la casa porque la casa no es fácil" y que "sabían lo que querían"."Estaba sentado viendo la televisión, esperando la cena. Entró un encapuchado con una pistola, que me pareció pequeña y creí que era una broma. Le dije, quítate eso y deja la pistola que las carga el diablo, creyendo que era una broma", recordó. "No estuvo Lina Morgan conmigo por esos milagro del cielo, porque estuvimos juntos ese día y casi se viene a cenar", ha añadido.
"Entró el siguiente con una barra de hierro, y ya vi que no era una broma. Me levanté, me dirigí hacia ellos. Entró el tercero, el del hacha. El de la barra de hierro me golpeó y perdí la visión del ojo. Entonces, me revolví contra ellos y me golpeó el del hacha. Fueron décimas de segundo en mi cabeza, intenté salir corriendo. Me golpearon con una barra y me di la vuelta, me volví a defender", añadió. "Me cogieron entre dos. Me subieron, sin hablar, al cuarto donde estaban las cajas. Me encerraron en un lado. Abro, sigo peleando, me provoco una luxación en un dedo a base de patadas. Me arrastran escaleras abajo y me encierran donde estaban las chicas del servicio y en menos de 10 minutos nos abrió la puerta otros de los del servicio diciéndonos que ya se habían ido".
Según su testimonio, los asaltantes eran extranjeros, puesto que llegaron a hablar con el servicio, y tenían una complexión atlética. Seguidamente, el productor quiso aclarar que sería "injusto unir delincuencia con inmigración"."Lo que está claro es que se les fue de las manos. O por mi reacción, o por la de ellos, o por los nervios, por que estaban muy alterados", dijo. "Yo creo que me enfrenté porque me dio un ataque de miedo", añadió.
En cuanto a la identidad de los atracadores, el productor descartó conocerles personalmente. "No querían hacerme daño. Querían llenarse su bolsillo. Iban a robar. Si me conocen hay maneras de hacerme daño que son superiores a un palo. Alguien que me conozca sabe cómo hacerlo", señaló. Según indicó, "cuando se habla de personas próximas a mí estamos hablando de un colectivo de cerca de 1.700 personas. Son cercanas porque dirijo las cosas, escribo los guiones o elijo los decorados".