(Libertad Digital) A sus 40 años, Daniel Sirera ha asumido el reto de coger las riendas del PP de Cataluña, que se encuentra en la situación más precaria de su historia, fruto de la política de connivencia con el nacionalismo que practicó Josep Piqué en los últimos años.
Sirera ha sido el invitado de Federico Jiménez Losantos en La Hora de Federico, que cada semana emite Libertad Digital Televisión. El dirigente del PP se mostró optimista de cara a las elecciones generales del mes de marzo ya que espera que su partido "crezca en Barcelona" y recupere los dos escaños perdidos en Lérida y Gerona, donde el partido no tiene representación, lo que consideró una "anomalía". Sirera espera que esto "junto al descenso del PSOE" sitúe al PP con "posibilidades de gobernar sin depender de nadie".
Para conseguir la recuperación del partido en Cataluña, Sirera quiere que sea "el mismo PP que existe en toda España". Ante el "exceso de nacionalismo", aboga porque el PP sea "la gran casa común del no nacionalismo", un partido que acoja a todos los catalanes , de izquierda y derecha que estén hartos de la imposición nacionalista. "No es necesario ser nacionalista para sentirse plenamente catalán", añade Sirera.
Una propuesta la de Sirera, que recuerda a la planteada por Ciutadans en las últimas elecciones autonómicas. Sin embargo, el dirigente del PP marca distancias ya que el partido de Albert Rivera se ha definido como "de izquierdas y federalista" y el PP no es una ni una cosa ni la otra. También criticó que Ciutadans haya firmado el llamado "pacto nacional por la vivienda" junto a los partidos nacionalistas, que contempla medidas como la "expropiación de viviendas deshabitadas".
Lo que quiso dejar claro Daniel Sirera es que "la única forma de parar lo que está pasando en España es desalojar a Zapatero del poder" y para el "único cambio posible es el PP", en referencia a Ciutadans y a UPD, de Rosa Díez.
El líder del PP catalán lamentó que el Tribunal Constitucional aún no se haya pronunciado sobre la constitucionalidad del Estatuto de Cataluña y vaticinó que "no vamos a saber el resultado hasta después" de las elecciones. Sirera cree que "es un error" ya que el Tribunal "tiene medios humanos y técnicos más que suficientes".
Jiménez Losantos le planteó el problema de la enorme desafección de la población catalana con la clase política y el sistema representativo, algo que Sirera atribuyó a la hegemonía casi absoluta del nacionalismo –"el PSC también es nacionalista"– en la política catalana. El dirigente del PP explicó que los nacionalistas "sólo hablan de sus cosas" y "dan la espalda" a los ciudadanos por lo que "lo normal es que lo devuelvan con la misma moneda" y los ciudadanos "den la espalda a los políticos".
Pese a todo, Sirera se mostró esperanzado porque entre los más jóvenes "hay mucha gente que empieza a estar harta de ese nacionalismo, que te dice que tienes que pensar, que tienes que hacer o de que equipo de fútbol tienes que ser". Lo que para Sirera es una forma de "opresión".
Sobre la política de exclusión lingüística que practica el nacionalismo, Sirera subrayó que el habla catalán en su vida privada con sus hijos y que "hay mucha gente" como él que "habla y se expresa en catalán y no son nacionalistas, no pretendemos imponer nuestra lengua a nadie", por lo que defiende la "libertad individual" a la hora de elegir la lengua.
En definitiva, frente al modelo nacionalista, Sirera subrayo que su partido "no va a decir" a los catalanes que "deben hacer, que deben pensar, el individuo es una persona libre que tiene capacidad de razonar por sí mismo". Sirera reafirmó su defensa de "individuos libres" y "el Estado debe molestar lo menos posible".