LD (EFE) El presidente de CiU, Artur Mas, emplazó hoy a España "a que se prepare" ante lo que pueda plantear Cataluña "por amplio consenso y democráticamente", y advirtió al Gobierno de que no se parapete tras la Constitución porque ésta "puede transformarse en un muro".
En un desayuno informativo, organizado por Nueva Economía Fórum, el líder de CiU se refirió así a la rebaja que puede sufrir el Estatuto, recurrido por el PP ante el Tribunal Constitucional, y señaló que de producirse una desnaturalización del Estatut "propondremos un gobierno de concentración en Cataluña con todos los partidos que estén de acuerdo con el texto aprobado en el Parlament".
Mas añadió que en este gobierno de concentración no habría límite de fuerzas políticas, "cuantas más mejor", pero la única condición sería que los que estén ahí "tienen que defender lo mismo en Madrid que en Cataluña", y viceversa.
Preguntado si prefiere al PP o al PSOE en un hipotético pacto postelectoral, Mas optó por no contestar pero sí dijo que el actual Gobierno socialista no atiende las "exigencias mínimas" de CiU, que pasan por las infraestructuras y el derecho a decidir de los catalanes sobre este asunto, la transferencia de los aeropuertos o el Estatut y el respeto íntegro de su texto.
En este sentido el ex ministro José Bono, presente en el acto, pidió la palabra para intervenir en el coloquio y expresar su desacuerdo con Mas y subrayar que el Estatut que se aprobó en Cataluña "ya no lo quieren ni sus padres", y tuvo un "bautizo muy poco lucido al que no asistió ni el vecindario".
Además subrayó que "aquí se bendice lo que diga el Constitucional" y puntualizó que, a su juicio, las naciones "son un invento".
En este punto Mas desaprobó las palabras de Bono y argumentó que las naciones no son un invento, por el contrario "son una realidad y un sentimiento", y además criticó que después de la colaboración leal de CiU con el Gobierno, "en España, con motivo del Estatut, se planteó una operación de destrucción de la imagen de Cataluña".
A juicio de Mas, esa actitud significa que España es un país inmaduro, "con baja calidad y baja intensidad democrática".
El responsable de CiU se preguntó "cómo afrontará España la expresión democrática de los catalanes" en distintas materias y aquí cuestionó la reacción que tendrá España el día en que Cataluña se plantee el concierto económico o si los catalanes acuerdan decidir por sí mismos sobre las infraestructuras.
Mas vaticinó que "ese día llegará" y cuando Cataluña plantee estos retos "España tendrá que ser capaz de dar una respuesta" porque si lo afronta "a golpe de Boletín de Oficial del Estado o de intentar cambiar la Constitución, vamos por mal camino".
También consideró que "iremos por mal camino" si el Gobierno opta por modificar la Ley Electoral para que los nacionalistas catalanes no puedan tener peso ni voz en el Congreso o si contemplan grandes pactos PP-PSOE.
En un desayuno informativo, organizado por Nueva Economía Fórum, el líder de CiU se refirió así a la rebaja que puede sufrir el Estatuto, recurrido por el PP ante el Tribunal Constitucional, y señaló que de producirse una desnaturalización del Estatut "propondremos un gobierno de concentración en Cataluña con todos los partidos que estén de acuerdo con el texto aprobado en el Parlament".
Mas añadió que en este gobierno de concentración no habría límite de fuerzas políticas, "cuantas más mejor", pero la única condición sería que los que estén ahí "tienen que defender lo mismo en Madrid que en Cataluña", y viceversa.
Preguntado si prefiere al PP o al PSOE en un hipotético pacto postelectoral, Mas optó por no contestar pero sí dijo que el actual Gobierno socialista no atiende las "exigencias mínimas" de CiU, que pasan por las infraestructuras y el derecho a decidir de los catalanes sobre este asunto, la transferencia de los aeropuertos o el Estatut y el respeto íntegro de su texto.
En este sentido el ex ministro José Bono, presente en el acto, pidió la palabra para intervenir en el coloquio y expresar su desacuerdo con Mas y subrayar que el Estatut que se aprobó en Cataluña "ya no lo quieren ni sus padres", y tuvo un "bautizo muy poco lucido al que no asistió ni el vecindario".
Además subrayó que "aquí se bendice lo que diga el Constitucional" y puntualizó que, a su juicio, las naciones "son un invento".
En este punto Mas desaprobó las palabras de Bono y argumentó que las naciones no son un invento, por el contrario "son una realidad y un sentimiento", y además criticó que después de la colaboración leal de CiU con el Gobierno, "en España, con motivo del Estatut, se planteó una operación de destrucción de la imagen de Cataluña".
A juicio de Mas, esa actitud significa que España es un país inmaduro, "con baja calidad y baja intensidad democrática".
El responsable de CiU se preguntó "cómo afrontará España la expresión democrática de los catalanes" en distintas materias y aquí cuestionó la reacción que tendrá España el día en que Cataluña se plantee el concierto económico o si los catalanes acuerdan decidir por sí mismos sobre las infraestructuras.
Mas vaticinó que "ese día llegará" y cuando Cataluña plantee estos retos "España tendrá que ser capaz de dar una respuesta" porque si lo afronta "a golpe de Boletín de Oficial del Estado o de intentar cambiar la Constitución, vamos por mal camino".
También consideró que "iremos por mal camino" si el Gobierno opta por modificar la Ley Electoral para que los nacionalistas catalanes no puedan tener peso ni voz en el Congreso o si contemplan grandes pactos PP-PSOE.