L D (Europa Press) El fiscal jefe de la división antiterrorista de París, Jean-Claude Marin, aseguró este jueves que las armas que portaban los dos etarras detenidos este miércoles en Lozère no son las utilizadas en el atentado cometido el pasado sábado en Capbreton que acabó con la vida de los guardias civiles, Raúl Centeno y Fernando Trapero.
En una rueda de prensa celebrada en la sede de la Fiscalía para detallar el curso de las investigaciones sobre el atentado, informó de que en el Renault Clio de color verde que los terroristas abandonaron en Tarn al sufrir un accidente se han encontrado 142 casquillos de bala. De ellos, 71 corresponden al calibre utilizado por los asesinos y las constataciones de la policía técnica y científica apuntan que "algunos de esos casquillos han sido disparados por el mismo arma que se usó en Capbreton".
El fiscal, que pidió "prudencia" en cuanto a la autoría, aun admitiendo que hay "probabilidades" de que los detenidos este miércoles sean "con dudas más o menos grandes según la persona de que se trate, los autores del doble asesinato", dijo que ambos llevaban documentación falsa y admitieron su pertenencia a la banda terrorista ETA, pero que no confesaron ser los autores del atentado. Esto último desmentiría la información publicada por la Cadena Ser, que aseguraba que los dos terroristas habían admitido ser los autores materiales del crimen.
El fiscal reconoció, no obstante, que la descripción hecha por los testigos se corresponde con la persona detenida en Lozère: mismo peinado, mismo color de pelo, los mismos pendientes, el mismo abrigo y el mismo pantalón. "Hay por tanto fuertes probabilidades de que se trate de la misma persona. En cuanto al hombre, los elementos son más débiles", declaró.
La Policía y la Guardia Civil aseguran que la etarra es Saioa Sánchez
Es en este punto donde ha habido discrepancias entre los investigadores galos y españoles. Según dijo el fiscal en esta misma rueda de prensa, la etarra detenida sería Amaia Alonso. Sin embargo, la Policía y Guardia Civil la han identificado por separado y sin ninguna duda como Saioa Sánchez, tras recibir huellas dactilares. La confusión proviene de que la terrorista llevaba documentación falsa con la identidad de Amaia Alonso Echániz.
Otro punto importante que destacó el fiscal francés es que, en el vehículo usado por el comando en Capbreton, se encontró un cepillo de dientes cuyo ADN pertenece a Asier Bengoa. Aunque en ese mismo coche se encontraron también otros rastros de ADN pertenecientes a otras personas.
La justicia francesa mantiene, no obstante abiertas dos investigaciones distintas, una por el asesinato de Capbreton y otra por el intento de robo del coche cerca de Burdeos.
El etarra huido habría registrado el maletero y Saioa Sánchez disparado a los agentes
Además, las investigaciones de balística y los análisis de ADN continúan, así como las audiciones y la presentación de testigos para encontrar al tercer hombre que participó en los hechos. En el momento actual, no ha sido identificado, pero parece que se trata del que registró el maletero para comprobar que las dos víctimas eran guardias civiles y que puede ser el "menos visto" por los testigos. El hecho de que registrara el vehículo de los agentes para comprobar si efectivamente pertenecían a la Guardia Civil, lleva a los investigadores a asegurar que el crimen fue "premeditado" y "no fortuito", desmintiendo de esta forma a Rubalcaba.
La Fiscalía sostiene también que fue la mujer la que efectuó los tres disparos que acabaron con la vida de los dos guardias civiles aunque los análisis de balística tienen que confirmarlo con la ayuda de médicos forenses y de las fotos tomadas durante la autopsia para ver bien los orificios de entrada y de salida de las balas.
La hipótesis de trabajo de la Fiscalía es que la etarra habría disparado desde la puerta delantera derecha del vehículo. "Hay sin duda una probabilidad relativamente fuerte de que ella fuera una de las tres personas que formaban parte del comando etarra de Capbreton", aseguró Marin.
Apartamento en Toulouse
El fiscal informó también de que en uno de los vehículos se encontró una diana artesanal, lo que demuestra que los etarras hicieron pruebas de tiro, si bien dejó claro que el móvil permanece en el campo de las hipótesis.
Por otro lado, la policía ha descubierto un apartamento en Toulouse que acababa de ser abandonado, pero todavía no existe la certeza de que sea un "escondite" ligado a los hechos de Capbreton. En todo caso, no había sido alquilado por la mujer detenida.
Imputaciones
En cuanto al proceso judicial, Marin recordó que las autoridades francesas disponen de 72 horas hasta que se agote el tiempo máximo de detención, momento en el cual se decidirá qué delito se les imputa a los dos etarras.
No obstante, el fiscal destacó que son al menos culpables de "participación en asociación de malhechores con fines terroristas y posesión de armas", pero dijo que "demasiado temprano" para saber si podrán ser imputados por el atentado de Capbreton.
Asimismo, mencionó que, en el momento actual, el proceso judicial francés es el prioritario y que él se mantiene en contacto con las autoridades españolas, en concreto con su homólogo de la Audiencia Nacional, el fiscal Javier Zaragoza, pero que todavía no se está juzgando este asunto. Además, descartó conflicto alguno de jurisdicciones entre Madrid y París. "Entre Francia y España no hay jamás un conflicto de jurisdicción", aseveró.
Por su parte, los dos etarras detenidos en Lozère, Saioa Sánchez y Asier Bengoa, han llegado ya a París procedentes de Montpellier, según informaron a Europa Press fuentes de la Gendarmería francesa. El avión que les trasladó a la capital gala despegó de Montpellier a las 18.10 horas y llegó una hora y media más tarde a París. Sánchez y Bengoa permanecerán detenidos en las dependencias de la Subdirección Antiterrorista de la Policía Judicial de París.