LD (Agencias) Según informa la agencia de noticias Europa Press, citando fuentes socialistas, el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes, será el número dos en la lista electoral del PSOE por Madrid. Solbes, que ha hablado con el jefe del Ejecutivo en las últimas horas, adelantó a mediodía que estaba disponible para ir en las listas del PSOE en las elecciones generales de marzo de 2008 y señaló que, si Zapatero resultaba vencedor en los comicios, estaría dispuesto a repetir como vicepresidente económico. Solbes rompía así su silencio de varios meses asegurando que manifestaría su postura tras las elecciones.
Esta decisión confirmaría que la estrategia seguida durante los últimos meses por el Ejecutivo y escenificada en el constante triunfalismo económico que exhibe el presidente, será una de las principales bazas del Gobierno de cara a las próximas elecciones. Una estrategia que contrasta con la última encuesta del CIS en la que los ciudadanos se han mostrado mayoritariamente preocupados por nuestras cuentas y consideran que nuestra economía es regular, mala o muy mala.
Además de mostrarse dispuesto a seguir ocupando la vicepresidencia económica, ha sido tajante a la hora de predecir su duración en el cargo, "si me quedo, me quedo", ha dicho Pedro Solbes que, dado el caso, agotaría la legislatura. Hasta la fecha, Solbes había manifestado en más de una ocasión la necesidad de reflexionar sobre su continuidad, ya que supondría asumir un compromiso de cuatro años a sus 65 años de edad.
De esta forma, Solbes daba el sí al presidente del Gobierno después de que éste le volviera a ofrecer ayer su continuidad en el Ejecutivo, durante la presentación oficial de Zapatero como candidato para los próximos comicios. Por otro lado, el vicepresidente económico declaró que "no es totalmente correcto" que vaya a presentarse en las listas del PSOE por Madrid, aunque, también en este caso precisó que ya ha trasladado a Zapatero que su disposición al respecto. Lo que parece demostrado es que Solbes ha conseguido arrancarle al presidente más poder para elaborar el programa económica y más autonomía para aplicarlo, lo que, en la práctica, se traduce en un mazazo a la Oficina Económica del Gobierno, "brujos visitadores" según Juan Luis Cebrián.
De momento, la Ejecutiva del Partido Socialista de Madrid (PSM), dirigida por el secretario general, Tomás Gómez, ha expresado ya su apoyo al vicepresidente Económico, Pedro Solbes, en su candidatura como número dos en las listas por Madrid de cara a los próximos comicios generales del mes de marzo.
En un comunicado, Tomás Gómez ha señalado que "para los socialistas madrileños será un honor poder contar con él como número dos en la candidatura de Madrid, siguiendo al presidente del Gobierno", concluyó el líder del PSM. Un comunicado que daría por hecho que Zapatero será el número uno de la lista electoral.
Se muestra partidario de una rebaja impositiva
Después de criticar la propuesta de rebaja de impuestos formulada por Rajoy de cara a las próximas elecciones, Solbes ha defendido una posible reducción de impuestos siempre que "haya margen para ello". A su juicio "no hay ninguna razón para que queden en el Estado cantidades adicionales de recursos, que ha pedido a los ciudadanos para hacer ciertas cosas".
Durante su intervención en el Foro Abc, Solbes insistió en que ésta ha sido la línea en la que ha trabajado el Ejecutivo en esta legislatura, "con unas rebajas fiscales que superan los 8.500 millones", según Efe.
Solbes señaló que el objetivo del Gobierno es el de mantener la presión fiscal, "que es la tercera más baja" de la zona euro, ya que es "razonable y no debe incrementarse". Además, añadió que todo esto "es compatible con un superávit presupuestario y con un gasto publico que esté por debajo del 40 por ciento, pero más bien en el entorno del 38,5 por ciento del PIB".
Sobre la reforma fiscal anunciada por el PP en caso de ganar las elecciones, Solbes mostró sus dudas sobre su contenido y añadió que está esperando "a ver exactamente en qué consiste".
Durante su intervención en el Foro Abc, Solbes insistió en que ésta ha sido la línea en la que ha trabajado el Ejecutivo en esta legislatura, "con unas rebajas fiscales que superan los 8.500 millones", según Efe.
Solbes señaló que el objetivo del Gobierno es el de mantener la presión fiscal, "que es la tercera más baja" de la zona euro, ya que es "razonable y no debe incrementarse". Además, añadió que todo esto "es compatible con un superávit presupuestario y con un gasto publico que esté por debajo del 40 por ciento, pero más bien en el entorno del 38,5 por ciento del PIB".
Sobre la reforma fiscal anunciada por el PP en caso de ganar las elecciones, Solbes mostró sus dudas sobre su contenido y añadió que está esperando "a ver exactamente en qué consiste".
Ve la economía con optimismo
Sobre la situación económica y las previsiones de crecimiento Solbes ha dicho
que "más que agotamiento o enfriamiento" en el crecimiento de la economía española, lo que sucede "es una simple vuelta a la normalidad". El vicepresidente económico del Gobierno habló de reajuste "suave" desde lo que considera que es una "excelente" posición en empleo y en las finanzas públicas, y una "magnífica" situación de las empresas.El vicepresidente aseguró que un crecimiento del 3,8 por ciento en 2007 "es una cifra realista" y auguró que para 2008 es "razonable esperar" un 3 por ciento, "en línea con el crecimiento potencial de la economía" y que no se desviaría en 2009. En este sentido, definió como "velocidad de crucero" el crecimiento de la economía española desde 2004 hasta ahora.
Además, considera que la ralentización en el mercado inmobiliario, lejos de arrastrar consigo a sectores como la construcción, logrará acelerar su actividad. El optimismo de Solbes le ha llevado a insistir en que, a pesar de la inflación o la desaceleración del crecimiento, la economía española mantiene unos fundamentos "sólidos".Unos argumentos que no calan en los ciudadanos a juzgar por la última encuesta del CIS. Por último, ha destacado omo la "principal" preocupación del Gobierno la evolución de la inflación en los últimos meses, "que no da señales de que pueda remitir a corto plazo".