(Libertad Digital) Las tribus antisistema han encontrado una excusa perfecta para dar vía libre a sus ansias de violencia con la muerte del joven de extrema izquierda Carlos Javier Palomino en una reyerta con neonazis en el metro de Legazpi. De hecho lo vienen anunciando desde hace dos semanas.
Este martes, un grupo de jóvenes, unos 70 según elmundo.es, que se cubrían la cara con capuchas y bufandas recorrieron la Avenida de la Complutense hasta pararse en la puerta de la Facultad de Derecho. Allí comenzaron a gritar "asesinos, asesinos", se supone a los que estaban dentro. El asesino de Palomino era militar y no se conoce que tuviera ninguna relación con el Derecho, pero este ha sido el centro elegido para desatar la furia de los vándalos porque, según ellos en ese centro educativo hay una asociación de corte fascista.
Los violentos agarraron una valla de obra y la estamparon contra la puerta de la facultad rompiendo los cristales. Según informó a elmundo.es la Universidad, esto es un "incidente menor. Han hecho pintadas y han roto cristales, pero no ha hecho falta llamar a la policía". No ha especificado qué es un incidente fuera de lo normal en esa facultad y qué tiene que ocurrir para llamar a la Policía.
En Granada, un grupo de jóvenes que la Policía Nacional identificó con la ideología de extrema izquierda provocó violentos altercados por la conmemoración del aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco. Los jóvenes han roto escaparates e incendiado numerosos contenedores mientras efectivos policiales cargaron contra los grupos.
Fuentes del servicio unificado de emergencias 112 de Andalucía y de la Policía Nacional informaron a Europa Press de que el grupo de jóvenes deambularon por las calles San Antón, Pino, Recogidas y Pedro Antonio de Alarcón ocasionando numerosos desperfectos en el mobiliario público. Los transeúntes que presenciaron la escena alertaron a las autoridades de la actividad de estos jóvenes de estética "skinhead' mientras frente al monumento a José Antonio Primo de Ribera, fundador de la Falange, se celebraba una concentración en honor a los iconos del Movimiento.
La Policía Nacional comenzó a desplegar a las fuerzas antidisturbios, que cargó fuertemente contra estos grupos de jóvenes de extrema izquierda en varios puntos del centro de la ciudad. En la calle Obispo Hurtado, para sorpresa de los agentes, estos grupos radicales habían instalado una barricada o parapeto para contrarrestar la ofensiva de los policías. Los agentes y los miembros de estos colectivos radicales intercambiaron desde golpes físicos hasta pedradas en toda una serie de violentos altercados.
Según las citadas fuentes, los agentes detuvieron a un número no determinado de jóvenes radicales, reconociendo asimismo la existencia de varios heridos mientras entre las calles del centro de la ciudad de la Alhambra se reprodujeron las persecuciones al disgregarse los jóvenes en diversos grupos.