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La bipolaridad de McLaren: de la "vergüenza" a la "recalificación"

Kimi Raikkonen es por fin campeón del mundo de Fórmula Uno. La guerra sucia dentro de McLaren terminó saliendo al exterior, enturbiando así el título logrado por el finlandés. Nada más bajarse del podio, la escudería de Ron Dennis presentaba el primero de los recursos a los comisarios de la carrera para pedir la eliminación de tres pilotos que habían acabado delante de Hamilton.

Kimi Raikkonen es por fin campeón del mundo de Fórmula Uno. La guerra sucia dentro de McLaren terminó saliendo al exterior, enturbiando así el título logrado por el finlandés. Nada más bajarse del podio, la escudería de Ron Dennis presentaba el primero de los recursos a los comisarios de la carrera para pedir la eliminación de tres pilotos que habían acabado delante de Hamilton.
(Libertad Digital) McLaren-Mercedes quería la eliminación de Nico Rosberg, Robert Kubica y Nick Heidfeld, que habían acabado cuarto, quinto y sexto, sucesivamente. Lewis Hamilton fue séptimo y, remontar las posiciones de los pilotos que pedían fueran descalificados, le hubiera dado finalmente el título mundial tras una temporada desastrosa para el equipo desde el punto de vista de la planificación deportiva.
 
Ron Dennis no quería acabar el Mundial de esa manera y presentó esa primera reclamación. Le empezaron a llover las críticas. Nada más conocerse la historia de la apertura de la investigación, Fernando Alonso, todavía compañero de Hamilton, afirmó sin pelos en la lengua en El Larguero de la Ser que si le daban el título al inglés de esa manera se le "caería la cara de vergüenza, sería una falta de respeto". "Si le dan el título a Hamilton terminarían de hundir este deporte, es un escándalo", sentenciaba tajantemente Alonso, quien más tarde acabaría saliendo de la escudería.
 
A rebufo, aunque tímidamente, Hamilton salía a continuación diciendo que ganar de esa manera sería “un poco cruel”. Pero al joven piloto, que desparramó sobre el asfalto todas las opciones de ganar el Mundial, ya nadie le hace caso en su escudería. No tienen en cuenta su opinión a la hora de elegir su compañero de equipo para la próxima temporada. En esta ocasión, tampoco respetaron que le diera vergüenza ganar el título en los despachos.
 
Prueba de ello es el alegato que el abogado de McLaren-Mercedes expuso ante el Tribunal de Apelación de la FIA este jueves. Ian Mill fue tajante al pedir la recalificación de Hamilton, lo que significaba que tenían que ser descalificados los tres pilotos cuyos bólidos eran investigados, y que trataran este tema "como si se tratara de cualquier equipo en cualquier momento de la temporada". Antes, lo único que querían era "clarificar la reglamentación", según Martin Whitmarsh, director del equipo.
 
La reacción en Ferrari, campeona de pilotos y constructores, fue inmediata y dura. La escudería italiana llamó este jueves “descarados hipócritas” al entorno de Hamilton y su equipo por la ambigüedad mostrada antes de la citación ante la Corte de Apelación. Marc Gené fue todavía más lejos al decir que “es como si hubieran mentido durante todo este tiempo”. “Ésta no es la manera en la que debería ganarse un campeonato del Mundo”, afirmó Nigel Tozzi. Afortunadamente, le han dado la razón.
 
Una vez aclarado el embrollo, ahora que McLaren-Mercedes ha vuelto a quedarse a las puertas del título Mundial, todo el equipo da marcha atrás tras su tibieza y las palabras del abogado. Martin Whitmarsh ignora lo dicho por su abogado al afirmar que lo único que querían era "clarificar y constatar la consistencia de las reglas", motivo por el que dice que presentaron este recurso. Lo mismo dice ahora Lewis Hamilton, quien ha declarado que no querían "despojar en los tribunales" a Kimi Raikkonen de su título de campeón.

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