LD (Europa Press) El presentador de informativos de Cuatro Iñaki Gabilondo criticó este martes la actuación del diario El Mundo y la Cadena Cope en torno a la investigación de los atentados del 11 de marzo en Madrid, a los que acusó de provocar un "daño extremadamente grave" a la sociedad.
Gabilondo lamentó la utilización del "lenguaje incendiario" en torno a estas informaciones y, aunque defendió las investigaciones llevadas a cabo por medios de comunicación, rechazó que se empleen "para arrojárselas a la cara a un tribunal, al que se le acusa de que no quiere saber la verdad".
Asimismo, el periodista calificó de "barbaridades" algunas cosas dichas en los medios y las "estrategias de desestabilización" que presentan los atentados como un plan premeditado con la connivencia del Gobierno, una teoría que a su juicio "ha hecho mucho daño" a la sociedad.
En su intervención en el Nueva Economía Fórum, Gabilondo puso como ejemplo que "hoy un 25 por ciento de los españoles creen que los atentados son obra de ETA", cuando la instrucción ha demostrado a su juicio que todos los elementos que estaban bajo sospecha, finalmente han sido probados por el tribunal.
Por ello se preguntó "cómo no se ha parado desde el primer momento" a estos medios, de quienes dijo "no poder entender sus intenciones" y objetivos, aunque apuntó a un interés comercial y al "negocio extraordinario de la teoría de la conspiración" al margen de un "interés político".
"A mÍ no me había pasado hasta hace poco que la gente por la calle, y no hay día que no me pase tres veces, que me monte un cisco por este asunto. Bueno pues por qué, pues porque ha cuajado una idea, ha cuajado una idea. Que haya cuajado eso me parece una cosa lamentable. Es un deshonor para nuestra profesión y es una vergüenza, y que, además, eso haya pasado alentado desde un medio de comunicación de la Conferencia Episcopal es un escándalo".
Preguntado por informaciones que dio su programa en la mañana de los atentados que apuntaban a supuestos terroristas suicidas implicados, Gabilondo dijo que la información venía avalada por una fuente solvente y fue transmitida por una redactora del programa con una trayectoria avalada, y no por él mismo, a pesar de lo cual ha pedido disculpas. "Yo no era consciente en que dos días después venían unas elecciones, ni nadie. Bueno, sí, había algunos que sí lo sabían pero no estaban en la Ser", apuntó.
"Todo fue como creímos que era y como la Fiscalía trazó –dijo–. Todos los elementos que creímos que estaban, estaban, y ninguno de los elementos que creímos que no estaban, estaban", señaló el periodista, que afirmó que una investigación sobre atentados como los cometidos en Madrid, son "un manicomio" y la instrucción judicial es "imperfecta por definición".
Acerca de este asunto, Gabilondo reflexionó sobre la profesión periodística, y se preguntó "cómo quedan para la Historia" los acontecimientos a través de la información. En este sentido, lamentó que "haya cuajado una idea" conspirativa en torno a los hechos, y criticó que las informaciones periodísticas, entre ellas algunas aparecidas en 'El País', equiparen las opiniones de PP y PSOE sobre el asunto. "A mí eso me preocupa, porque pasa a la Historia que existe una discrepancia y que hay polémica" en torno a hechos probados por un tribunal. "¿Entonces, qué pasa, el primero que calle, gana?", se preguntó.
A su juicio, esta situación puede derivarse de una "carrera de relevos" en el tratamiento de informaciones y la actualidad. "La información caduca de tal manera que se puede decir cualquier cosa, que cuando se demuestra que era mentira, ya no hay oportunidades de contestar", indicó. Gabilondo puso esta estrategia en línea con la actitud de los partidos, que ponen a "los más feroces, primero para luego entregar el testigo con sumisión". "¿Dónde está Pujalte?", se preguntó aludiendo al diputado del PP y miembro de la Comisión de investigación del 11-M en el Congreso, Vicente Martínez Pujalte.
"Ataque de Historia"
Por otra parte, el periodista repasó la actuación del Gobierno en la última legislatura, que consideró dominada por "ataques de Historia", en el "noble" intento por parte del Ejecutivo de "solucionar problemas de altura", como la negociación con ETA o la integración "del separatismo catalán en el estatuto de autonomía". "Esto ha probado que también existe una dura resistencia de materiales y que hay cosas que no están maduras", indicó.
"Es natural que se haya intentado y las iniciativas han sido buenas, pero ya es hora de quitarlas del orden de prioridades y dedicarnos a modernizar España", pidió. En este sentido, calificó también de "ataque de Historia" el comportamiento de Ibarretxe o Maragall, y situó el fondo del debate en cuestiones "que tienen que resolver cada vasco consigo mismo, y el PNV con España o el PP con Euskadi".
Por ello, defendió el "intento", pero pidió "rebajar el orden prioridades de estas cuestiones". "Ocupémonos del envejecimiento, la educación, la I+D+i o la desertización", demandó.