(Libertad Digital) Han pasado 32 años hasta que sus Majestades los Reyes de España iniciaran un periplo por las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla, y se dieran imágenes como las que han dejado este lunes 5 de noviembre en las ciudades españolas del norte de África.
En este tiempo, no obstante, Marruecos no ha dejado de mostrar sus ansias de anexionar ambas ciudades y veía con cierto alivio la aparente lejanía institucional. Habituado quizás a este status quo, el régimen de Mohamed VI no ha acabado de digerir la visita de los Reyes Don Juan Carlos y Doña Sofía al norte de África y ha vuelto a elevar por enésima vez la tensión diplomática entre ambos países.
Así las cosas, el primer ministro de Marruecos y hombre cercano al Rey Mohamed VI, El Fassi, reiteró este lunes su "rechazo" a la gira de dos días iniciada por el jefe de Estado español. Que ha seguido calificando de "provocación", "inoportuna" e "inadmisible".
Un discurso beligerante que rompe con las relaciones idílicas que se habían establecido entre el régimen de Mohamed VI y el Gobierno de Rodríguez Zapatero, después de que éste alterase, a favor de Marruecos, la posición histórica de España en el conflicto del Sahara Occidental.
No obstante, el Ejecutivo socialista prefiere hacer caso omiso a las provocaciones marroquíes a la soberanía española. Coincidiendo con el 32 aniversario de la Marcha Verde, el primer ministro marroquí ha reivindicado el derecho a anexionar lo que califica de "ciudades ocupadas y las islas cercanas" en clara referencia a Ceuta y Meilla y Perejil.
El Fassi, incluso, amonestó al ministro de Exteriores español asegurando que la visita de los Reyes a las ciudades autónomas es más que "un pequeño malentendido", informa Europa Press. Dice que periplo de los monarcas españoles "va a contracorriente de la evolución extremadamente positiva de confianza y cooperación".
No en vano, Marruecos ya ha echado a sus gentes a las calles para protestar por la presencia de la Institución española en las dos ciudades autónomas e incluso ha llamado a consultas a su embajador en Madrid. Habría que preguntarse si los días felices han quedado atrás.