(Libertad Digital) En el análisis que publica este domingo el diario La Razón, Manuel Pastor –catedrático de Ciencia Política de la Universidad Complutense– y Antonio Golmar –politólogo colaborador de Libertad Digital y miembro del Instituto Juan de Mariana– revelan otro lado oscuro en torno a la figura de Al Gore.
Según Pastor y Golmar, hay un aspecto de la biografía (de Al Gore) que "apenas se ha mencionado en los EEUU, y que permanece inédito en Europa". Y es que, según varios autores, la familia Gore encontró en la década de los 50 un apoyo económico decisivo para su carrera política en el agente del KGB soviético Armand Hammer.
Con un agente del KGB
Hace diez años, el profesor de política en Harvard, MIT y UCLA, Edwuard Jay Epstein publicó una investigación en la que enumeraba las conexiones desde 1921 del famoso empresario norteamericano y agente de influencia de la KGB, Armand Hammer, con la familia Gore. Más tarde, otro libro de David Maraniss y Ellen Nakashima también se refería a Hammer como "agente secreto de la Unión Soviética", que en 1952 llegó a ser aliado político de Gore padre.
Al parecer, en 1921 Lenin y Felix Dzerzhinsky recibieron a Hammer en Moscú para ofrecerle la concesión de la exportación de asbesto a los EEUU, "tapadera inicial de diversas empresas de blanqueo de dinero para financiar el movimiento comunista norteamericano". Según se explica en el artículo de La Razón, "los Gore se beneficiaron económicamente del trato con Hammer".
Políticamente hablando, Gore padre dio luz verde a la entrada de este mineral utilizado principalmente para materiales de construcción al país y fue el primer demócrata relevante que se opuso a sus compañeros de partido Kennedy y Jonson en Vietnam. Por su parte, Hammer le premió con la vicepresidencia ejecutiva de la Island Creek Coal Company –mina que en la actualidad es propiedad de Al Gore– y con un puesto en el consejo de administración de la Occidental Petroleum Company.
Miles de muertos
Otra verdad incómoda para Al Gore y familia es que el asbesto es un producto altamente cancerígeno y contaminante que fue prohibido en EEUU después de causar decenas de miles de muertos.
Se calcula que la indemnización para los afectados por el asbesto superará los 100.000 millones de euros (más de 15 billones de pesetas) sin que Al Gore, ni nadie de su familia, haya dado ninguna ayuda ni explicaciones por unos negocios que les han hecho inmensamente ricos y que ha causado tantos muertos.