(Libertad Digital) Después de cubrir de difamaciones e injurias , no sólo a este periodista, sino a un sacerdote también discrepante con la divisionista Ley de Rodríguez Zapatero, los tertulianos abandonaron en grupo el plató, sintiéndose ofendido por un dato recordado por Ignacio Villa: que no había terroristas suicidas en los trenes del 11-M, contrariamente a lo que dijo la SER.
Un blog de referencia de la Opinión liberal-conservadora, Batiburrillo –agregado a Red Liberal– describe lo que los espectadores pudieron ver este miércoles en el programa Mejor lo hablamos, de Canal Sur.
Tres ex altos cargos del Gobierno el PSOE escenificaron una espantada bien coordinada para no tener que debatir sobre la llamada Ley de la Memoria Histórica con portavoces críticos con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y su proyecto divisionista.
La mejor prueba de que la Ley ha sido creada para dividir a los españoles fue el montaje televisivo de Fernando Delgado, ex director de Radio Nacional; María Antonia Iglesias, ex jefa de los Servicios Informativos de TVE en la época de la corrupción y la investigación del terrorismo de Estado, y Rosa Regás, ex directora de la Biblioteca Nacional nombrada por el Gobierno de Rodríguez Zapatero.
Se unió a ellos, en la espantada, la representante de la Asociación Andaluza de la Memoria Histórica, Francisca Maqueda.
La Dirección del programa escogió como representantes críticos con la Ley a un sacerdote, Jesús de las Heras, a un representante legal de la familia Franco, Joaquín Moeckel, al director de los Informativos de COPE, Ignacio Villa y la directora del programa de Telemadrid "Alto y Claro", Curry Valenzuela.
Actualmente, hay una corriente historiográfica y de opinión pública que viene alertando sobre el proyecto divisionista y sectario de Rodríguez Zapatero para la sociedad española.
Sin embargo, y a pesar de contar con eminentes portavoces de esa corriente, Canal Sur decidió incluir a un representante de los Franco junto a un sacerdote y uno de los periodistas independientes más críticos con el Gobierno de
Rodríguez Zapatero, en un mal disimulado intento de asociar a la COPE y la Iglesia con el franquismo.
Se trata de una táctica habitual en este tipo de programas para aparentar pluralismo mientras se deslizan asociaciones de criterios con una intencionalidad de exclusión política de un sector de la sociedad española.
Según Batiburrillo:
"Desde el primer momento, se palpaba una tensión excesiva provocada básicamente por dos factores: la chulería de Fernando Delgado, un personaje sectario hasta la médula, que en estos debates de Canal Sur lleva tiempo dejando a Margarita Nelken como una advenediza monjita, y los constantes insultos y mofas de la inefable María Antonia Iglesias hacia el sacerdote que estaba en el debate".
El mismo blog describe los esfuerzos de la conductora del programa por que no se le escapara de las manos, ante las constantes provocaciones, insultos e insidias lanzadas por el homogéneo bloque de tertulianos promocionados por el PSOE en las distintas etapas en las que ha gobernado.
La espantada se produjo cuando Fernando Delgado se refirió despectivamente a la COPE como "la cadena de los obispos", una forma habitual, en su propio discurso sectario y en el de la propaganda oficialista, de referirse a la cadena radiofónica de referencia para la Oposición al Gobierno de Rodríguez Zapatero.
El director de los Informativos de COPE respondió a Delgado, refiriéndose a la SER –en la que el propio Delgado ha sido uno de sus más destacados propagandistas del PSOE– como la "radio de los terroristas suicidas del 11-M", aludiendo al episodio de mentiras y manipulación que desencadenó la violación de la Jornada de Reflexión de las Elecciones de 2004 por cientos de personas que pusieron cerco a las sedes del PP.
La tensión en el plató era palpable, según la describe el mismo blog de referencia. La conductora dio paso a los anuncios publicitarios y, al regresar, los cuatro propagandistas del Gobierno habían abandonado el programa. La presentadora explicó que lo habían hecho al sentirse insultados por el periodista de COPE y dio por concluido el programa.
"Así es la España serena de Zeta. Así de tolerantes y demócratas son los progres. Así actúan en un debate en el que se estaban dedicando a dar lecciones de talante, democracia y opinión a todo el personal: largándose a la primera de cambio", comenta Smith en Batiburrillo.