L D (EFE) Las conferencias de Al Gore son restringidas a la prensa. No pueden grabar, ni tomar fotos y ayer, en Palma, ni pasar. En el Palacio de Congresos de Barcelona había un millar de personas sedientas de las "verdades" del vicepresidente de EEUU, cuyo gobierno se negó a firmar el protocolo de Kioto.
Vestido con traje oscuro y corbata verde, haciendo alarde de su ecología, Gore ha sido recibido en Barcelona con una efusiva ovación, aunque se ha acabado de ganar a los asistentes, algunos de los cuales han pagado más de doscientos euros por ver en persona al ex vicepresidente de Estados Unidos, tras saludar a la audiencia con un "Bon dia, Catalonia. Moltes gràcies".
La periodista de TV3 Mónica Terribas ha sido la encargada de presentar al orador con una especie de "pseudo-entrevista" en la que la presentadora ha planteado a Gore una batería de incisivas preguntas, como qué piensa de los que le llaman "ecólogo de salón", que el conferenciante, como estaba previsto, no ha contestado. "Mónica, cubriría todo tu programa en responderte todas las preguntas, así que perdona que me centre en la ponencia", se ha limitado a decir Gore.
La periodista de TV3 Mónica Terribas ha sido la encargada de presentar al orador con una especie de "pseudo-entrevista" en la que la presentadora ha planteado a Gore una batería de incisivas preguntas, como qué piensa de los que le llaman "ecólogo de salón", que el conferenciante, como estaba previsto, no ha contestado. "Mónica, cubriría todo tu programa en responderte todas las preguntas, así que perdona que me centre en la ponencia", se ha limitado a decir Gore.