(Libertad Digital) En la entrevista, de la que La Razón publica este domingo su primera parte, José María Aznar comenta la situación política deteniéndose, en primer lugar, en la lucha contra ETA. El ex presidente advierte que "el terrorismo sólo puede ser derrotado si uno tiene la determinación de derrotarlo y de acabar con él". "No se le derrota combatiendo sólo contra una parte, sino contra todo el terror", advierte en alusión a la ideología y los partidos en los que se sustentan.
En opinión del ex presidente del Gobierno, "no se puede avanzar si todo eso se combina con periodos de negociación" y declaraciones desde el Estado en las que se habla de aplicar la ley "según las circunstancias". Con el terrorismo, advierte, "no se puede caer en el tacticismo". En su opinión, dejar a los etarras "el terreno abonado a la duda es dar cancha al terrorismo".
Aznar se pregunta durante la entrevista "con qué mandato" se ha decidido "poner en cuestión" el propio Estado y por qué "se han torcido" los "pilares básicos" del país. Además, plantea si el problema es que nos aburrimos "de nosotros mismos" o, acaso, que pesa una "maldición histórica de que cada 30 años tenemos que empezar a hacer las cosas mal". "Lo preocupante" en estos momentos, en su opinión, "es que la minoría que piensa así está imponiendo su visión" al resto. A pesar de todo, el ex presidente manifiesta su confianza en que "cuando lleguen las elecciones, los españoles puedan y sepan reaccionar".
Apuesta por el "fortalecimiento del Estado"
El ex presidente alude, además, al problema de los nacionalismos. Afirma que ahora se está viviendo la "ruptura" del pacto de la Transición de "manera muy paradójica" y "muy peligrosa". El problema no radica en que los nacionalistas planteen la secesión del Estado, sino en que el Gobierno "acepte la idea de que lo que decida la parte es válido para el todo". "No creo que exista un precedente histórico en el mundo donde un Gobierno de la nación se convierte en agente para acabar con la propia existencia del Estado", dice.
Alude Aznar a hechos como la aprobación del Estatuto catalán, la negociación con ETA o la discusión del Plan Ibarretxe en el Congreso de los Diputados. La solución, en su opinión, pasa por "una apuesta seria de fortalecimiento del Estado", con una reforma y "grandes acuerdos entre los grandes partidos de influencia nacional". "Una nación no puede sobrevivir a un asalto permanente de los nacionalistas", advierte.