(Libertad Digital) La Confederación Española de Policía (CEP), ante lo que se ha calificado como “Batalla Campal" durante el desalojo del poblado de la Cañada Real de Madrid, ha querido matizar mediante un comunicado a Libertad Digital, lo siguiente:
1º.- A primera hora de la mañana los grupos organizados han introducido a varias mujeres, una de ellas embarazada, así como a menores en el interior de la construcción ilegal que se iba a derribar, para de esa forma evitar el cumplimiento de la orden de desalojo.
2º.- Posteriormente, la Policía ha sufrido un ataque masivo y simultáneo llevado a cabo por decenas de jóvenes, principalmente marroquíes con la cara cubierta, que han arrojado piedras, botellas, bombonas de butano. Los varones más violentos han llegado a romper sillas sobre los cascos de agentes de la Policía local. También se ha visto en varias ocasiones a menores provistos de armas blancas lanzando piedras sobre los funcionarios.
3º.- Después del ataque organizado contra las Fuerzas de Seguridad por parte de los grupos organizados, ha habido un saldo inicial de 16 policías de las Unidades de Intervención Policial heridos y dados de baja para el servicio.
4º.- Tres marroquíes detenidos por el intento de robo del arma de fuego reglamentaria (pistola) de un agente de la Policía Local de Madrid que intervenía en los hechos.
5º.- Un agente del Cuerpo Nacional de Policía con la mandíbula rota en estado grave, que está siendo operado de urgencia en el hospital Monte-Príncipe.
6ª.- El pasado día 9 de Octubre de 2007, el Ayuntamiento de Madrid derribó 40 chabolas lo que obligó a desalojar a las familias que vivían en ellas, casi todas de nacionalidad marroquí. Los afectados se quejaron entonces, no por la destrucción de las viviendas en sí, sino porque todo sucedió días antes de que se terminase el Ramadán, trasladando este problema en un problema de índole religioso.
Este Jueves, 18 de Octubre, unidades del Cuerpo Nacional de Policía (UIPs) se han personado en dicho poblado al objeto de proteger a los funcionarios municipales que comenzaban el derribo del resto de chabolas del poblado y han sido recibidos con agresiones múltiples organizadas por parte de centenares de marroquíes y rumanos de etnia gitana.
A los policías se les ha tirado Bombonas de butano, tejas y piedras que se han convertido por unos momentos en verdaderas armas de guerra que los marroquíes y rumanos lanzaban contra la policía desde cualquier punto del poblado. Cientos de menores de edad provistos de armas blancas, acompañados los mayores con palos, piedras, botellas y mujeres agarrando a los funcionarios policiales.
Policías con el brazo fracturado, otros con contusiones múltiples, incluso ha llegado a haber un intento de robo de pistola (por parte de los vecinos ilegales) de un agente de Policía Local.
Desde CEP
1º.- Acusamos a la comunidad marroquí que habitaba esta barriada ilegal de haber querido convertir la acción de la administración pública española en un asunto de índole religioso.
2º.- Apoyamos la intervención policial en todo el desarrollo de la misma, apoyando sin fisura las cargas policiales como proporcionadas y perfectamente ajustadas a derecho así como al buen hacer de las Unidades de Intervención Policial.