LD (Europa Press) Tras la llegada de Sus Majestades a la Plaza de Colón, a las 10.30 horas, un batallón de la Guardia Real les rindió honores militares y, posteriormente, saludaron a las autoridades presentes después de que el monarca pase revista a la fuerza.
La Patrulla Paracaidista del Ejército del Aire volvió a acaparar la atención de los asistentes con un nuevo salto de sus especialistas, segundos antes del izado y homenaje a la bandera nacional.
Posteriormente, la Guardia Real realizó el homenaje a los que dieron su vida por España, con la colocación de una corona de laurel ante la enseña nacional en recuerdo de los militares fallecidos. El acto conmemorativo, en el que participaron dos familiares por cada uno de los fallecidos por España en Afganistán y Líbano, concluyó con la pasada de la Patrulla Águila dibujando los colores de la bandera sobre el cielo madrileño.
Comienzo del desfile
Como es tradicional, el desfile partió de la Plaza de Emilio Castelar y recorrió el Paseo de la Castellana hasta la Plaza de Cibeles. La parada comenzó con una Agrupación Aérea de 86 aparatos de los tres Ejércitos, formada por aeronaves de combate, reconocimiento, transporte, entrenamiento y de salvamento.
Las unidades de ataque abrieron el desfile aéreo, con la destacada presencia de los F-18 y los Eurofighter, entre otros reactores supersónicos como los Mirage F-1 y los F-5. Posteriormente, llegó el turno de las aeronaves de transporte, representadas por los C-295, los CN235 y un Hércules C130. El avión de patrulla marítima P3 Orion dio paso a la exhibición de reabastecimiento en vuelo que realizará un Boeing 707 con dos cazas F18.
En el grupo de helicópteros se exhibieron los modelos SuperPuma, Cougar, EC135, Tigre, SeaHawk y Sikorsky, entre otros aparatos. Tras ellos, llegaron los aviones apagafuegos, los CL215 T del 43 Grupo del Ejército del Aire, también conocidos como 'botijos', que precedieron en la exhibición al avión AWACS E3A, de la Flota de Alerta Temprana de la OTAN, en su primera participación.
La aeronave de la Alianza Atlántica, un Boeing 707 con varias modificaciones y dotado de un radar de gran alcance y característica silueta, tiene capacidad para controlar un área de 312.000 kilómetros, con lo que apoyada por otras dos aeronaves del mismo tipo puede vigilar un área similar a toda Europa Central.
La Patrulla Aguila, con sus siete reactores C-101 de la Academia General del Aire, puso punto y final a la exhibición aérea dibujando en el cielo los colores de la bandera nacional.
Desfile terrestre
A continuación tuvo lugar el desfile terrestre, que abrió el mando de la fuerza, el general de Brigada Manuel Ramón Martín-Ambrosio, jefe de la Brigada Paracaidista, seguido por una sección motorizada de la Guardia Real y la Unidad Ligera Motorizada.
Tras los veteranos de los Ejércitos y la Guardia Civil, llegaron con sus vehículos todoterreno los mandos de la Brigada de la Legión y los del Mando de Artillería Antiárea, que desplegó una unidad del Sistema Integrado de Vigilancia Aérea, compuesta por lanzador, antena y la aeronave no tripulada.
La Unidad de Artillería Antiaérea exhibió sendas secciones de misiles 'Nassams' y 'Patriot', con dos lanzadores cada una, y dio paso a la Unidad de Desactivación de Explosivos (EDEX), perteneciente al Mando de Ingenieros. En este bloque, participaron por primera vez dos vehículos blindados sanitarios tipo BMR (Blindado Medio de Ruedas). Posteriormente, la Unidad Militar de Emergencias desfiló con sus modernos vehículos de transmisiones y autobombas, antes de reaparecer con su boina amarilla y su uniforme negro con el resto de unidades a pie.
Tras el paso de la UME, llegó el momento de los vehículos pesados, con los carros de combate Pizarro y Leopard de la Brigada de Infantería Acorazada Guadarrama XII. La Brigada de Caballería Castillejos y la Brigada de Cazadores de Montaña exhibieron, respectivamente, sus blindados de ruedas Centauro y los vehículos oruga de montaña.
Homenaje a los Cascos Azules
Los abanderados de los países que participan en la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL) fueron los primeros en desfilar a pie por el Paseo de la Castellana en homenaje a la operación de la ONU para mantener la paz entre Israel y Líbano. Encabezaron el paso tres abanderados, los de Corea del Sur, Ghana e Italia. Tras ellos, llegaron los restantes abanderados y apareció por segundo año consecutivo la enseña de EEUU y, por vez primera, la de la ONU.
Los reservistas voluntarios volvieron a participar en la parada militar y este año lo hicieron por vez primera a pie. Posteriormente, aparecieron los cadetes, los batallones de Guardia Civil, Tierra, Aire y Armada y la compañía de la Unidad Militar de Emergencias.
En la parte final del desfile, marchó una bandera de la Legión, con su característica cadencia de paso (140 pasos por minuto) y un tábor de Regulares, también con paso específico (90 pasos por minuto). El desfile lo cerraron las unidades a caballo, con una sección hipomóvil de la Batería Real y un escuadrón de Sables de la Guardia Civil.