(Libertad Digital) El culebrón da un nuevo giro con las acusaciones de Stepney, quien no tiene reparos en afirmar que tuvo en su poder datos sobre la distribución de pesos del McLaren mientras todavía era ingeniero de Ferrari. El ingeniero denuncia que desde su anterior empresa se le está tratando de silenciar y sus argumentos están siendo calificados de “no creíbles”. “No podemos tener en consideración las declaraciones de un hombre como él, alguien que dio 780 páginas de documentación de Ferrari al jefe de diseño de McLaren, alguien que intercambió 320 e-mails y mensajes de texto con él”, señalaba un portavoz de Ferrari.
Sin embargo, Stepney acusa a su equipo de estar involucrado también en el intercambio de información secreta. Dice que mientras estaba en Ferrari, “sabía datos que ellos manejaban en los ensayos, niveles de combustible, por ejemplo. Creo que Ferrari debería haber sido penalizada con algunos puntos”. Sin embargo, dice que no puede probarlo porque “no hay emails”. “Parece que la información fluía en una sola dirección. Nadie ha sopesado el argumento, nadie ha hecho la pregunta”, afirma intrigantemente Stepney.
Cree que hay una campaña para silenciarlo
Nigel Stepney está convencido de que hay una campaña para silenciarlo desde el principio de la temporada. De sus palabras puede intuirse que la FIA ha jugado a favor de Ferrari. Pone por ejemplo lo sucedido en el GP de Australia, cuando las primeras sospechas sobre el caso de espionaje saltaron a la luz. McLaren denunció irregularidades en el coche rojo, algo de lo que el propio ingeniero de la escudería italiana se había quejado, aunque nadie parecía escucharlo. Es más, ahora Stepney denuncia lo raro que fue que Kimi Raikkonen, ganador de esa carrera, no le hubiera sido revocado ese título pese a que se demostró la irregularidad en su bólido. La FIA no consideraba que las advertencias de Stepney tanto a sus superiores como a miembros del organismo regulador fueran evidencias de chivatazo.
También se ha querido silenciar una carta del pasado 30 de agosto que publica la web Grand Prix en la que Stepney explica su versión de los hechos a Max Mosley. En esta carta, además, detalla su versión de cómo llegaron los documentos secretos de Ferrari a McLaren. Ambos estaban en contacto porque se encontraban hablando de su ofrecimiento a Honda, pues Stepney creía que no podía dar más en Ferrari. Mike Coughlan vio documentos de Ferrari y se los quedó con el consentimiento de su colega, pero le aseguró que no los iba a utilizar. “Mike no tenía razón para usar nada de esta información en McLaren y, por lo que yo sé, nunca contempló la idea”, afirma tajantemente Stepney. “Además, no puedes coger piezas de un concepto de diseño de coche, fabricarlas y luego esperar que van a beneficiar el concepto de otro diseño”, dice para reforzar su tesis.
El ingeniero, además, denuncia que su editor ha recibido presiones y se ha echado atrás en la idea de publicar un libro -"Niebla roja"- en el que cuenta la historia entera de sus andanzas en Ferrari.