LD (José Carlos Rodríguez) Hirsi Ali aceptó una oferta por parte del think tank neoconservador American Enterprise Institute. Desde entonces el Gobierno holandés se prestó a hacerse cargo de los gastos de seguridad de esta somalí nacionalizada neerlandesa. Pero pasado un año este país se ha negado a seguir sufragando los gastos. Por su parte, el Gobierno de los Estados Unidos también se ha negado a pagarlos a partir de ese momento. Esta es la razón, según ha informado la página web Expatica, de que se haya visto forzada a volver a Holanda.
Esta autora escribió un nuevo "Yo acuso" en el que habla de la situación de la mujer bajo el Islam. El desprecio, la sumisión y el maltrato físico forman parte de su experiencia cotidiana. En la presentación de su libro en Madrid, estuvo acompañada por la presidenta de la comunidad Esperanza Aguirre.
Hirsi Ali escapó muy joven de su país, Somalia, donde se le practicó la ablación del clítoris. Es una práctica muy extendida en los países musulmanes, especialmente al sur del Sahara. Tras pasar por Arabia Saudita, Etiopía y Kenia, logró entrar en Holanda, donde compaginó su trabajo de camarera con los estudios de políticas. Se introdujo en la actividad política de la mano de la socialdemocracia, pero luego la abandonó y eligió el liberalismo "porque en su búsqueda de la libertad de verdad ha apelado a la conciencia individual".
Ya en el partido de centro izquierda criticaba duramente el multiculturalismo, porque a su juicio esa política “mantiene las normas que tienen sojuzgadas a las mujeres, e impiden su verdadera emancipación”, que se consigue gracias a la sociedad liberal, como la que predomina en Europa. No es la renuncia a los valores occidentales de conciencia y responsabilidad individual como se libera a los inmigrantes, piensa ella, sino exactamente todo lo contrario: favoreciéndolos frente a culturas que, como la del Islam, resultan opresivas para la mujer. Por defender esas ideas fue muy duramente criticada por sus compañeros socialdemócratas.