(Libertad Digital) Fuentes de Moncloa, según publica este domingo El Mundo, reconocen que la estrategia a seguir por los miembros del Ejecutivo hasta las elecciones es condenar con frases cortas y contundentes las actuaciones de los radicales contra la Corona, en un intento de "echar agua" sobre los acontecimientos, no otorgarles la categoría de gran preocupación y "evitar que obtengan la publicidad que buscan" en periodo preelectoral.
El Gobierno, preocupado por la repercusión en los medios de los ataques a los símbolos de España, no quiere entrar en polémicas y tratará que los hechos no les afecten electoralmente.
Para el Ejecutivo, el problema no son los hechos, sino la repercusión de estos en los medios de comunicación. En la Moncloa están convencidos de que las actuaciones de los radicales se extinguirían si no lograran tener eco mediático. Quitan importancia a los actos de los independentistas radicales para cargar las tintas sobre la forma y la amplitud con la que estos se transmiten a la opinión pública.
Lejos de hacer autocrítica respecto a los pactos con los nacionalistas, el Gobierno no quiere recordar ahora las palabras del presidente Rodríguez Zapatero en las que reconocía su concepto de Nación como algo "discutido y discutible".
Ahora, la "única estrategia" a seguir por el Gobierno en este punto es no "entrar en provocaciones" y evitar que los ataques a la Corona, por ejemplo, "obtengan la publicidad que buscan".