L D (Agencias) Los responsables de la investigación de la muerte de dos soldados españoles en Afganistán no descartan que el artefacto que explotó al paso del vehículo blindado que les transportaba fuera activado a distancia, al haberse encontrado restos de cable en las proximidades del lugar.
Los expertos en explosivos del Ejército de Tierra destacados en Afganistán localizaron esta tarde un cable de unos 70 metros de longitud que se extendía desde un muro levantado junto a una cabaña hasta el punto donde se produjo la explosión, según una nota del Ministerio de Defensa.
Los investigadores no descartan todavía que el artefacto hubiera estallado por "presión", ya que "el cable tiene la apariencia de llevar tiempo enterrado" y no se han encontrado "huellas recientes ni en la cabaña ni en las inmediaciones", añade la nota.
Los expertos en explosivos del Ejército de Tierra destacados en Afganistán localizaron esta tarde un cable de unos 70 metros de longitud que se extendía desde un muro levantado junto a una cabaña hasta el punto donde se produjo la explosión, según una nota del Ministerio de Defensa.
Los investigadores no descartan todavía que el artefacto hubiera estallado por "presión", ya que "el cable tiene la apariencia de llevar tiempo enterrado" y no se han encontrado "huellas recientes ni en la cabaña ni en las inmediaciones", añade la nota.
De confirmarse la posibilidad de que las tropas españolas fueron atacadas con una bomba activada por cable a distancia sería la primera ocasión en que la insurgencia emplea este método contra las Fuerzas Armadas españolas en Afganistán, después de los atentados con mina anticarro que en julio de 2006 y febrero de este año acabaron con la vida de los soldados Jorge Arnaldo Hernández Seminario e Idoia Rodríguez Buján.
Alonso señaló en su comparecencia de prensa este mediodía que, a falta de los datos definitivos, el informe preeliminar del Estado Mayor de la Defensa (EMAD) apuntaba que la causa de la explosión había sido una bomba activada por la presión ejercida por el paso de la rueda trasera derecha del propio vehículo blindado atacado.
En un comunicado, el Ministerio de Defensa explicó que el cable encontrado en lugar de la deflagración tenía "unos 70 metros de longitud" y se extendía "desde un muro levantado junto a una cabaña hasta las proximidades del lugar en el que se ha producido la explosión". Tras recordar que el citado informe del EMAD "se inclinaba, en los momentos inmediatamente posteriores al atentado, por la utilización de una mina que habría estallado por presión", aseguró que, tras el hallazgo, "los expertos en explosivos no descartan todavía que el artefacto haya estallado por presión ya que el cable tiene la apariencia de llevar mucho tiempo enterrado". "De ser así la mina habría sido colocada hace tiempo. Tampoco se han encontrado huellas recientes ni en la cabaña ni en sus inmediaciones", añadió Defensa.
El Departamento que dirige José Antonio Alonso explicó que el Estado Mayor de la Defensa considera "indispensable" realizar más análisis y estudios para poder asegurar "con absoluta fiabilidad" si el artefacto estalló por presión o fue activado mediante cable.
"Una tercera alternativa sería que el abandono del artefacto y la descomposición de sus componentes habrían sido suficientes para provocar la explosión bajo el peso de la rueda del BMR", indicó, antes de estimar que la posibilidad de que el artefacto fuera accionado por radiofrecuencia está "prácticamente" descartada por el Estado Mayor de la Defensa porque todos vehículos que formaban el convoy iban dotados de sistemas inhibidores de frecuencia.