LD (José Carlos Rodríguez) El pasado 7 de junio, Pedro Solbes, ministro de Economía, comparecía en el Senado en una sesión de control. El senador popular Javier Sánchez Simón le preguntó por las ventas que estaba realizando el Banco de España de sus reservas de oro. Ese mes de junio se detuvieron temporalmente, pero sólo en marzo y abril se deshizo del 20 por ciento de sus reservas y en mayo volvió a cambiar el oro por otros activos. En el mes de julio retomaría las ventas, haciendo caer a España ocho puestos en el ranking mundial de países con más oro.
Solbes: "El oro ya no es rentable"
La justificación que entonces ofreció Pedro Solbes es que "se pretende, vendiendo oro, activo no rentable, convertirlo en bonos de renta fija, que sí tienen rentabilidad", a lo cual añadió que "en base a este marco legal, el Banco de España ha llevado a cabo un proceso de fortalecimiento de su situación patrimonial tratando de mejorar la rentabilidad de su activo". Por si no quedara clara la posición del ministro de Economía, sentenció a continuación que "el oro ya no es rentable".
La afirmación de Pedro Solbes resultaba chocante, a la luz de la revalorización que el metal amarillo había experimentado en los últimos años. Si bien a lo largo de 2001 su precio no varió (tomando como referencia el 31 de diciembre), en 2002 su cotización en dólares creció un 25,7 por ciento, en 2003 un 19,9 por ciento, en 2004 un 4,6 por ciento, en 2005 un 17,9 por ciento y en 2006 un 23,8 por ciento. Del finales de 2001 a finales de 2006 el oro se había revalorizado un 130,1 por ciento.
... pero no deja de subir
El día en que Solbes dijo que "el oro ya no es rentable", el 7 de junio de este año la onza troy cerró a 669 dólares. A mediodía de este lunes, 24 de septiembre, la onza cotizaba a 732,60 dólares. En este tiempo, por tanto, el oro se ha revalorizado en un 9,5 por ciento.
Las perspectivas de que el oro frene su rally de los últimos años son muy pocas. Por un lado continúan los temores de inflación y pérdida de valor del dólar. Y por otro la reciente decisión de la Reserva Federal de bajar el tipo de referencia nada menos que en medio punto han vuelto a dar un empujón a la cotización del oro, que es un valor refugio en circunstancias como las que vivimos.
Podría alcanzar los 2.000 dólares
El oro es un activo monetario, y de hecho fue la base de las monedas nacionales, junto con la plata, hasta que los bancos centrales las fueron desvinculando de los metales. No obstante sigue teniendo una gran relevancia, como demostró en 1980; entonces llegó a cotizar a cerca de 860 dólares, lo que equivaldría a cerca de 2.000 dólares de 2006. Varios expertos consideran que el exceso de liquidez en dólares, la debilidad cada vez más clara de esta moneda y las previsiones de inflación hacen pensar que muchos inversores vuelvan a refugiarse en el oro. En tal caso, podría volver a alcanzar niveles como los de 1980.