LD (Europa Press) Lucía Murillo, una mujer que en 2002 fue raptada y violada cuando salía de su trabajo en Martorell, criticó este sábado que José Rodríguez Salvador, más conocido como el violador del Valle de Hebrón, haya sido puesto definitivamente en libertad y aseveró que, tal como actualmente está la legislación, las víctimas son violadas dos veces, una por el violador y otra por los jueces.
Para esta víctima, es posible, sin cambiar la Ley, que este tipo de delincuentes cumplan más años de prisión. "Con ellos (los jueces) no se está cumpliendo la Ley. Con la Ley se pueden hacer muchas cosas y no las hacen. La Ley se cumple según quiere interpretarla el juez, y la interpretación de los jueces en estos casos es muy floja", denunció Murillo.
Esta víctima demanda que a este tipo de delincuentes sexuales se les aplique "la máxima condena" contemplada en el Código Penal, y se les "quiten todos los privilegios que tienen en la cárcel" que, en su opinión, "son muchos". "Viven mejor que nosotras", criticó Lucía, porque "ellos tienen un psicólogo en la cárcel" que los visita "cada dos días" y ella, que fue violada, sólo recibe "cada cuatro meses" una visita de 20 minutos de un psiquiatra.
Jueces para la Democracia: "El riesgo no es tan grande"
El portavoz de Jueces para la Democracia (JpD), Miguel Ángel Gimeno, aseveró este sábado que las penas deben cumplirse sin cambiar las normas según las circunstancias, y que la alarma social creada a raíz de la puesta en libertad del violador de Valle de Hebrón es "exagerada e innecesaria" porque, a su entender, "perjudica tanto a los delincuentes como a las víctimas".
Así, consideró que la sociedad debe saber que "no hay un riesgo tan grande" y que darle tanta importancia a la puesta en libertad del violador "perjudica las posibilidades de que pueda llevar una vida digna". Además, subrayó que, si se detecta que el preso padece "un trastorno de comportamiento", se debería buscar alguna solución o control, sin coartar su libertad" y sin aplicar la castración química porque "choca con la interpretación constitucional" y "no es una solución posible para evitar la reincidencia". Y reconoció que es un hecho "bastante habitual" que "después de una condena de prisión la persona no esté rehabilitada".
En lo referente a la denominada 'doctrina Parot', que permite la acumulación de penas para el cumplimiento sucesivo, el magistrado consideró que se trata de "una interpretación novedosa del Tribunal Supremo para un caso muy concreto" y "no tiene nada que ver con el hecho de que una persona salga de la prisión sin estar rehabilitada".