L D (EFE) El equipo griego persiguió la medalla y el pase para Pekín desde la racanería ofensiva y la contundencia defensiva. Lituania desde la fe en sí misma, desde su baloncesto y desde una propuesta más abierta que le dio el resultado apetecido. Los griegos apretaron la vigilancia sobre el perímetro báltico para intentar taponar, principalmente, a Ramunas Siskauskas. También para dificultar los movimientos de los peligrosos hombres exteriores que flanquean al jugador del Panathinaikos ateniense. Le salió rana.
El equipo de Ramunas Butautas lo había previsto. Krystof Lavrinovic emuló a Jorge Garbajosa y abandonó las cercanías del aro para convertirse en un referente desde la media distancia que los griegos tardaron en aplacar (6-14 m.14). El primer mensaje báltico estaba enviado y recibido. Nikolaos Zisis inyectó frescura a la línea de tiradores helenos, donde también abunda la calidad. Un parcial de 6-1 acercó a Grecia (12-15) y, a partir de ahí, Zisis acabó el primer cuarto con nueve puntos y la balanza nivelada (19-20). Pero sin rastro de erosión alguna entre las filas de los ex soviéticos.
El elemento donde los dos equipos despuntaron permanentemente radicó en la defensa. En este tipo de partidos cada canasta vale un potosí. Grecia, igual que ante España, quiso marcar el ritmo para abortar las salidas al contragolpe y lo logró, pero Lituania se armó de paciencia, trató de dar siempre un pase más en cada posesión y, de esa forma, desbarató la super protectora disposición griega. A través del pase añadido, Lituania formalizó una buena selección de tiro y, con la eficiencia de los jugadores que pueblan sus posiciones exteriores, tomó posesión del marcador. Grecia marcaba el ritmo. Los bálticos los puntos. Pocos, aunque útiles para tocar la confianza de un rival de cuidado (30-39, m.18).
Lituania marchaba por delante pese a que los griegos dictaban la velocidad. En cuanto los hombres de Panagiotis Giannakis tuvieran un desliz en la dosificación del cronómetro podían perder la estela de los verdes. Ese tanto sumaba en la cuenta báltica. Los helenos son mucho de corazón y mucho de ascendencia psicológica, aparte de un excelente equipo desde la perspectiva técnico-táctica. Los bálticos, oro continental en Estocolmo 2003, también conforman un bloque sobresaliente. Sólo habían cedido una derrota en todo el campeonato, ante Rusia en semifinales, y querían volver al podio. Los hechos les daban la razón en el planteamiento y así ganaron en seguridad.
La constante aportación de Zisis quedó corta para contrarrestar la anotación de Krystof Lavrinovic y Linas Kleiza, un filón surgido del banquillo. Pese a todo, ocho puntos de distancia al final del tercer cuarto (54-62), tampoco aseguraban nada. Grecia cuenta con una selección rocosa, que se deja la piel hasta el último instante y que iba a morder en los diez minutos finales. Sin embargo, Lituania también lo esperaba. Aguantó con la misma intensidad defensiva y, a cinco minutos para el final, Siskauskas le puso el bronce a un paso desde los 6,25 metros (58-70). Sarunas Jasikevicius lo remachó ya casi al final con un triple.
Ficha técnica del partido
Grecia, 69 (19+15+20+15): Diamantidis (7), Chatzivretas (-), Kakiouzis (-), Dikoudis (10), Papadopulos (-) -cinco inicial-, Burousis (4), Zisis (23), Vasilopoulos (8), Tsartsaris (7), Spanoulis (2) y Papaloukas (8)
Lituania, 78 (20+21+21+16): Jasikevicius (11), Kaukenas (5), Siskauskas (13), Songaila (2), K. Lavrinovic (19) -cinco inicial-, Kleiza (13), Jasaitis (6), Maciulis (3) y D. Lavrinovic (6)
Árbitros: Facchini (Italia), Muhvic (Croacia) y Pukl (Eslovenia). Sin eliminados. Señalaron técnica a Papadopulos (m.18) por protestar
Incidencias: Partido por la medalla de bronce del Eurobasket 2007 disputado en el Palacio de los Deportes de Madrid ante unos 14.000 espectadores