(Libertad Digital) En el artículo, titulado Los fracasados de la Nueva Europa, recoge la sucesión de fracasos diplomáticos de España y Polonia, dos países de poblaciones cercanas a los 40 millones de habitantes. Recuerda que "en una ocasión estuvieron en alza", mientras que ahora están "los dos marginados". "Sería una vergüenza que la 'nueva Europa'", como se llamó a las dos naciones cuando Aznar estaba en el poder, "vaya a morir de forma tan prematura". Si el recuento de los fracasos diplomáticos de Polonia resulta penoso, el que hace de la posición de España desde los primeros días de la llegada de Zapatero al poder es aún más severo.
No siempre fue así. The Wall Street Journal recuerda que "Polonia y España se postularon para liderar una 'Nueva Europa' y retar al poder de los tres grandes –Alemania, Francia y Gran Bretaña– en la cúspide de la Unión Europea". "Por un tiempo", recuerda el diario neoyorkino, "estos países cumplieron su promesa, y llevaron a Europa a pensar y a actuar de un modo más ambicioso". Por aquél entonces, "Bajo el anterior presidente José María Aznar, España asumió el liderazgo en el Mediterráneo y, siguiendo a sus inversores, en Latinoamérica".
E incide en qué llevó a España a una posición tan destacada: "Lo que lo hizo posible fue el fuerte compromiso transatlántico de Mr. Aznar". Pero "entonces vino el cambio en el liderazgo político en los dos países" (Polonia y España), "y la herencia del capital internacional se dilapidó rápido".
Ahora la situación es muy distinta. Por lo que se refiere a nuestro país, "En las cumbres de la Unión Europea se ignora a España". "Zapatero concita muy poca atención y aún menos amigos en Washington, (ciudad) que ni siquiera ha visitado en los tres años largos que lleva en el poder".
El presidente socialista logró cambiar la posición de España en el mundo en el plazo de unos pocos días. Así lo cuenta el diario WSJ: "En cuestión de días, Mr. Zapatero llevó a España de la primera línea al aislamiento". La razón es su controvertida decisión de abandonar a los socios aliados en el esfuerzo por pacificar Irak sin contar con su consejo o, para el caso, el de Naciones Unidas, ya que la decisión se adelantó al informe que elaboró la organización multilateral.
El diario WSJ lo refleja de este modo: "Cuando tomó el poder días después de los atentados del 11 de marzo de 2004, Mr. Zapatero, sin consultar con sus aliados, retiró las tropas españolas de Irak. Otros países europeos, como Italia, hicieron lo mismo sin crear un daño político colateral. En contraste con ellos, el presidente español tomó su camino para atizar a Washington en el ojo". Y recuerda que "entre otros desplantes mezquinos, retiró la invitación a los marines de los Estados Unidos en el Día Nacional de las Fuerzas Armadas". Ya antes de llegar a presidente, aunque no lo recoge el artículo, Zapatero se negó a levantarse y rendir homenaje a la bandera de los Estados Unidos.
WSJ recae en que los tres líderes, los gemelos y Zapatero, son "provincianos", con "poca experiencia internacional o conocimiento de idiomas".
El desprestigio internacional de España no se limita al aspecto meramente diplomático, sino que también se extiende al económico. El semanario británico The Economist denunció en marzo de este año que el intervencionismo del Gobierno de Zapatero en el asalto a Endesa daña "la reputación de España entre los inversores internacionales". Sólo en gobiernos como los de Venezuela, Cuba, Bolivia, o Turquía, donde se ha volcado la política exterior de Zapatero, se mantiene o acrecienta el prestigio de nuestro país.