LD (Víctor Gago) En 2003, el presidente Aznar acusó al entonces líder de la Oposición, Rodríguez Zapatero, de torpedear el interés de España con su ostentación de cercanía a Marruecos, en plena crisis por el islote de Perejil.
Zapatero está ahora en condiciones de pasar factura por aquello al PP, tras identificar este miércoles el diario Negocio –basándose en fuentes pro-gubernamentales– al presidente de Francia como culpable de la crisis con Argelia por la expulsión de Repsol YPF y Gas Natural del proyecto de Gassi Touil.
A tres días de la reunión de Sarkozy y Rajoy en Ronda (Málaga) –conocida pero no confirmada por Rajoy, bajo inconsistentes excusas protocolarias–, el diario más influyente de la prensa económica nacional cita a "fuentes cercanas al Gobierno" como origen de un auténtico misil contra la agenda exterior del presidente del PP.
Sarkozy, el nuevo héroe de la derecha liberal española, invocado una y otra vez con cierta devoción de peregrinos provincianos por la Dirección del PP, es presentado ahora ante la Opinión Pública como el culpable directo del ataque más grave sufrido por empresas españolas en el exterior –aunque no el único: ahí están los antecedentes de Bolivia, Argentina y Venezuela–.
Con un Gobierno absentista que ha desamparado por completo a las dos energéticas españolas afectadas por el abuso del Gobierno de Abdelaziz Buteflika, en el que el ministro de Exteriores reduce la crisis con Argelia a "un problema entre empresas", el de Industria se va a Pekín y el presidente enmudece, la información publicada por Negocio puede conseguir que el interpelado pase a ser Rajoy.
En efecto, ¿cuánto tardarán los portavoces oficiosos del Gobierno y del PSOE en requerir al líder de la Oposición para que responda de su cercanía con Sarkozy, ahora que se le ha presentado como la mano que mece la cuna de la expulsión de Repsol YPF y Gas Natural de Gassi Touil?
Según Negocio, Sarkozy visitó Argelia a finales de julio y días después –en concreto, el 31–, Repsol y el Gobierno ya tenían noticias del Ejecutivo argelino de que querían sacar a la petrolera y a Gas Natural del yacimiento de Gassi Touil, para el que las compañías españolas disponen de concesión desde 2004 y en el que han invertido unos 1.600 millones de euros.
El motivo aducido por Sonatrach –la estatal argelina del gas– ha sido el supuesto retraso en la marcha del proyecto licenciado a Repsol y Gas Natural.
"Además de promover la fusión entre Gaz de France (GDF) y Suez", analizan los autores de la información exclusiva de Negocio, "otro de los targets del nuevo ejecutivo era asegurarse el acceso al suministro del gas a Europa y dejar a España como un mero territorio de paso".