L D (EFE) Un artefacto explosivo de "escasísima potencia" estalló este domingo por la tarde junto a la carretera N-232 en Fuenmayor (La Rioja) en el último día de la operación retorno de vacaciones, en una jornada en la que ETA avisó de la colocación de otras cuatro bombas en otros tantos puntos de la red viaria, lo que resultó ser falso.
No es la primera vez que ETA coloca artefactos explosivos en las carreteras en coincidencia con operaciones especiales de tráfico, en este caso en la última jornada del retorno de las vacaciones de agosto y justo un día después de la detención de cuatro etarras en Francia.
Poco antes de las dos de la tarde, un comunicante avisó en nombre de ETA a la asociación de ayuda en carretera DYA de San Sebastián y al "Diario de Teruel" de la colocación de cinco bombas en carreteras de La Rioja, Burgos, Cantabria y Guipúzcoa, que iban a explotar entre las 15.00 y las 17.00 horas.
Finalmente, a las 16.25 horas, estalló en el municipio riojano de Fuenmayor, en un talud de una zona deshabitada, lo que fuentes de la lucha antiterrorista compararon con un "petardo", que levantó una polvareda sin causar ningún tipo de daño y que dejó sólo un cerco de 50 centímetros de diámetro.
El artefacto estaba compuesto por entre 200 y 400 gramos de explosivo, según el delegado del Gobierno en La Rioja, José Antonio Ulecia, quien añadió que aún se desconoce su composición. La bomba hizo explosión en el kilómetro 422 de esta vía, que, junto con la Autopista Vasco Aragonesa (AP-68), a su paso por este término municipal, estuvo cortada al tráfico hasta las 17.55 horas, una vez descartado que hubiera otras bombas.
También el resto de carreteras en las que supuestamente tenían que estallar otros artefactos estuvieron cerradas a la circulación mientras eran inspeccionadas por efectivos de los Tedax, que comprobaron que no había ninguna bomba. Así, en torno a las 18.00 horas, se normalizó la circulación de vehículos en la autovía A1, entre los kilómetros 250 y 251, en las proximidades de Burgos.
En esta misma provincia estuvo cerrada la autopista de peaje AP1, entre los puntos kilométricos 7 y 9, vía que la Ertzaintza también cortó en el tramo comprendido entre Bergara y Mondragón, en Guipúzcoa, de los kilómetros 4 al 7. La autovía Santander-Palencia (A-67), entre los puntos kilométricos 181 y 183 de la A-67, estuvo cortada hasta las 18.45 horas, lo que provocó retenciones en siete kilómetros de esta vía, en cuatro de la Autovía del Cantábrico (A-8) en dirección a Oviedo y en otros cuatro en la Autovía de la Meseta, en dirección a Palencia.
La decisión de reabrir todos estos tramos de la red viaria se adoptó después de que los especialistas en detección de explosivos confirmaran la ausencia de indicios de bombas. Con ésta, son ya cuatro las ocasiones en las que ETA ha colocado artefactos explosivos en carreteras españolas durante operaciones especiales de tráfico.
Las otras dos veces en que los terroristas han detonado bombas en la red viaria en los últimos tres años coincidieron con el paso del Tour de Francia por el Pirineo español y con una jornada de huelga por la muerte de dos presos de ETA.
La explosión del artefacto en Fuenmayor se produce después de que este sábado fueran detenidos en una casa de Cahors (Francia) Luis Ignacio Iruretagoiena Lanz, "Suni", Oihan Barandalla Goñi, Ander Múgica Andonegi y Alaitz Aramendi Jaunarena, a quienes se atribuyen las últimas acciones de la banda, excepto el atentado de Durango.
No es la primera vez que ETA coloca artefactos explosivos en las carreteras en coincidencia con operaciones especiales de tráfico, en este caso en la última jornada del retorno de las vacaciones de agosto y justo un día después de la detención de cuatro etarras en Francia.
Poco antes de las dos de la tarde, un comunicante avisó en nombre de ETA a la asociación de ayuda en carretera DYA de San Sebastián y al "Diario de Teruel" de la colocación de cinco bombas en carreteras de La Rioja, Burgos, Cantabria y Guipúzcoa, que iban a explotar entre las 15.00 y las 17.00 horas.
Finalmente, a las 16.25 horas, estalló en el municipio riojano de Fuenmayor, en un talud de una zona deshabitada, lo que fuentes de la lucha antiterrorista compararon con un "petardo", que levantó una polvareda sin causar ningún tipo de daño y que dejó sólo un cerco de 50 centímetros de diámetro.
El artefacto estaba compuesto por entre 200 y 400 gramos de explosivo, según el delegado del Gobierno en La Rioja, José Antonio Ulecia, quien añadió que aún se desconoce su composición. La bomba hizo explosión en el kilómetro 422 de esta vía, que, junto con la Autopista Vasco Aragonesa (AP-68), a su paso por este término municipal, estuvo cortada al tráfico hasta las 17.55 horas, una vez descartado que hubiera otras bombas.
También el resto de carreteras en las que supuestamente tenían que estallar otros artefactos estuvieron cerradas a la circulación mientras eran inspeccionadas por efectivos de los Tedax, que comprobaron que no había ninguna bomba. Así, en torno a las 18.00 horas, se normalizó la circulación de vehículos en la autovía A1, entre los kilómetros 250 y 251, en las proximidades de Burgos.
En esta misma provincia estuvo cerrada la autopista de peaje AP1, entre los puntos kilométricos 7 y 9, vía que la Ertzaintza también cortó en el tramo comprendido entre Bergara y Mondragón, en Guipúzcoa, de los kilómetros 4 al 7. La autovía Santander-Palencia (A-67), entre los puntos kilométricos 181 y 183 de la A-67, estuvo cortada hasta las 18.45 horas, lo que provocó retenciones en siete kilómetros de esta vía, en cuatro de la Autovía del Cantábrico (A-8) en dirección a Oviedo y en otros cuatro en la Autovía de la Meseta, en dirección a Palencia.
La decisión de reabrir todos estos tramos de la red viaria se adoptó después de que los especialistas en detección de explosivos confirmaran la ausencia de indicios de bombas. Con ésta, son ya cuatro las ocasiones en las que ETA ha colocado artefactos explosivos en carreteras españolas durante operaciones especiales de tráfico.
Las otras dos veces en que los terroristas han detonado bombas en la red viaria en los últimos tres años coincidieron con el paso del Tour de Francia por el Pirineo español y con una jornada de huelga por la muerte de dos presos de ETA.
La explosión del artefacto en Fuenmayor se produce después de que este sábado fueran detenidos en una casa de Cahors (Francia) Luis Ignacio Iruretagoiena Lanz, "Suni", Oihan Barandalla Goñi, Ander Múgica Andonegi y Alaitz Aramendi Jaunarena, a quienes se atribuyen las últimas acciones de la banda, excepto el atentado de Durango.