LD (Efe) La editora del escritor Francisco Umbral, Ana Gavín, destacó la faceta "más personal y vulnerable" del literato fallecido esta madrugada, del que dijo que "solía encontrarse inquieto ante la acogida de su obra, pese a la imagen de soberbia que pudiera transmitir ante el público".
La editora de Planeta dijo que, debido "a su voz profunda y su carácter hosco en ocasiones", Umbral "podría parecer una persona muy soberbia, y lo era con su propia obra, porque es un creador y hay un gran esfuerzo detrás de ella".
"Pero como todo escritor, también tenía su parte vulnerable, cuando se encontraba inquieto con lo que pasaría al día siguiente de salir una novela", precisó Gavín.
Según Gavín, que fue jefa de prensa del escritor antes que editora personal de sus obras, éste se tomaba las críticas literarias "en función de quién las escribiera, según fuera alguien a quien él respetaba o no", y era un literato "muy exigente y estricto con su obra".
De los más de cien libros de los que Umbral publicó, Gavín destacó Mortal y Rosa, una obra que recrea el drama personal de la pérdida de su hijo y que fue, para su editora, "la obra cumbre de su carrera literaria, ya que en ella se cristaliza su forma de escribir y se encuentra el Umbral más auténtico".
La editora de Planeta dijo que, debido "a su voz profunda y su carácter hosco en ocasiones", Umbral "podría parecer una persona muy soberbia, y lo era con su propia obra, porque es un creador y hay un gran esfuerzo detrás de ella".
"Pero como todo escritor, también tenía su parte vulnerable, cuando se encontraba inquieto con lo que pasaría al día siguiente de salir una novela", precisó Gavín.
Según Gavín, que fue jefa de prensa del escritor antes que editora personal de sus obras, éste se tomaba las críticas literarias "en función de quién las escribiera, según fuera alguien a quien él respetaba o no", y era un literato "muy exigente y estricto con su obra".
De los más de cien libros de los que Umbral publicó, Gavín destacó Mortal y Rosa, una obra que recrea el drama personal de la pérdida de su hijo y que fue, para su editora, "la obra cumbre de su carrera literaria, ya que en ella se cristaliza su forma de escribir y se encuentra el Umbral más auténtico".