Ya son 46 los fallecidos por los incendios que están arrasando la península del Peloponeso, al suroeste de Atenas y no se descarta que la cifra aumente por el número de personas que siguen desaparecidas. Ante esta situación, el primer ministro griego, Costas Caramanlis, ha declarado el estado de emergencia. La Comisión ya ha anunciado que auxiliará a Grecia. España colaborará con dos aviones anfibios.
L D (EFE) El primer ministro griego, Costas Caramanlis, declaró este sábado el estado de emergencia nacional por los incendios que han arrasado el Peloponeso y otras zonas del país y que han causado más de 40 muertos. Caramanlis prometió ayudas económicas a los damnificados y castigar a los autores de los incendios "para proteger a la patria".
En una mensaje divulgado por la televisión nacional, Caramanlis declaró que "el objetivo principal en estas horas es controlar el fuego y extinguir los cientos de focos de incendios". Añadió que "no es pura coincidencia que haya tantos focos en distintos puntos" y aludió a la posible obra de pirómanos, tras prometer que "el Estado hará todo lo posible para localizarles y castigarles".
El jefe del Gobierno declaró que "nadie tiene el derecho de arrebatar vidas humanas, hacer daño al medio ambiente, envenenar el alma de los griegos y destruir nuestra patria".
El jefe del Gobierno declaró que "nadie tiene el derecho de arrebatar vidas humanas, hacer daño al medio ambiente, envenenar el alma de los griegos y destruir nuestra patria".
Al menos 46 muertes
El número de víctimas mortales del mayor incendio forestal en Grecia, en la península del Peloponeso (suroeste del país), aumentó este sábado a 46, conforme las brigadas de rescate lograron acercarse a los pueblos arrasados anoche.
El fuego, con varios focos, quemó bosques en la localidad de Megalopolis, en el sur del Peloponeso, y obligó a la Policía a evacuar los pueblos afectados para evitar que se repita la tragedia del viernes, cuando cientos de personas quedaron aisladas por las llamas.
Otro incendio de grandes dimensiones quemó pueblos en la isla de Eubea, a 200 kilómetros al norte de Atenas, y los habitantes y turistas de los balnearios del lugar abandonaron sus viviendas y hoteles para ponerse a salvo.
El monte Imitos, en Atenas, también ardía hoy, con el consiguiente peligro para las casas de las barriadas de Jolargos y Papagu, que quedaron cubiertas por una densa nube de humo.
En las últimas veinticuatro horas, al menos 44 personas han muerto en los incendios que han calcinado bosques, tierras de cultivo y pueblos en la península griega del Peloponeso. Las víctimas, incluidos niños, se vieron atrapadas por las llamas, tanto en sus pueblos como en la huida a medida que avanzaba el fuego hacia las zonas habitadas en las zonas boscosas de las montañas de Tayetos y Parnonos.
Los más de treinta focos de fuego que seguían activos en varias partes de Grecia estaban localizados en la isla de Eubea, a unos cien kilómetros de Atenas. Allí, varios pueblos fueron evacuados. Los vigorosos vientos que soplaban en las prefecturas afectadas han empeorado la situación y han restringido el uso de medios aéreos para extinguir los focos de incendios que avanzaban en un frente de cuarenta kilómetros y devoraban todo lo que encontraban a su paso.
Además del Peloponeso, un incendio forestal se propagó este sábado en el monte de Imitos, que afecta las vecindades de Jolargos y Papagu, al noreste de la capital, a tan sólo cincuenta metros de las primeras casas, informaron los medios de comunicación atenienses. Aviones cisterna y helicópteros sobrevolaban la capital y pasaban sobre las terrazas de los edificios del centro de Atenas, camino de la costa para abastecerse de agua.
El portavoz del servicio de bomberos, Nikos Diamantis, declaró en rueda de prensa que "las ráfagas de viento cambiaban continuamente la dirección del fuego y dificultaban la labor de los bomberos". A partir de este lunes, unos setecientos soldados llegarán al Peloponeso para ayudar a crear cinturones cortafuegos contra estos incendios, que arden en treinta frentes y amenazan a muchos poblados. A las tareas se han sumado dos aviones cisterna franceses. Ciudadanos privados han ofrecidotres helicópteros para asistir a los bomberos en las labores de extinción.
A veintidós días de las elecciones legislativas anticipadas del 16 de septiembre, el siniestro constituye un golpe para el Gobierno conservador saliente debido a las acusaciones de parte de la opinión pública y de las autoridades locales, afectadas por la descoordinación para afrontar el siniestro. También se ha criticado la falta de instrucciones por parte de las autoridades locales a los cientos de pobladores que durante la noche del viernes quedaron aislados en sus pueblos, a pocos metros de las llamas.
Ayudas desde Europa
España enviará a Grecia "dos aviones anfibios del Ministerio de Defensa" para luchar contra la ola de incendios en la península del Peloponeso, en el suroeste del país, informaron este sábado a Europa Press fuentes diplomáticas y de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias.
Las aeronaves, dos CL 215 T, ya están "preparadas para salir" en cuanto se informe a las autoridades españolas del aeropuerto en el que deberán aterrizar, precisaron las mismas fuentes. Los aparatos españoles se unirán así a los dos aviones que Francia tiene previsto enviar también este sábado, otro que ha ofrecido Noruega y tres helicópteros prestados por Alemania.
El Gobierno griego pidió ayer ayuda a la Comisión Europea, que activó en respuesta el Mecanismo de Protección Civil, a través del que estableció "contactos urgentes" con 30 países que participan en él. El presidente del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso, y el comisario de Medio Ambiente, el griego Stavros Dimas, ya han expresado sus condolencias por las vidas que se han cobrados los fuegos en el Peloponeso.