(Libertad Digital) Esta tarde, a la una, están convocadas las autoridades de Navarra más otras del conjunto de España, como presidentes autonómicos, Mariano Rajoy o la ministra de Administraciones Públicas, para asistir a la cuarta toma de posesión de Miguel Sanz como presidente de Navarra. Lo hace en las condiciones más precarias en las que haya llegado su partido a formar gobierno, ya que se encuentra en minoría frente a los otros dos partidos con representación en la cámara regional: Nafarroa Bai y Partido Socialista.
Sanz anunció gestos hacia los socialistas y el primero ha llegado en forma de distanciamiento del PP, solicitando un grupo parlamentario propio. Este jueves, en declaraciones a la cadena COPE, Sanz ha justificado su posición diciendo que "es mi obligación intentar conseguir los votos necesarios para sacar adelante esta comunidad" y que "no es criticable" que esté buscando "políticas que no estén basadas únicamente en la confrontación".
En el mismo sentido ha declarado: "Todos, y digo todos, debemos reflexionar sobre el clima de crispación que se ha instalado en España, sobre todo a raíz" de la negociación del Gobierno con ETA. Y es un mensaje que ha de llegar, dice, "no solamente en la política. También los medios de comunicación". "Lógicamente", apunta, "en ese todos yo no me puedo descartar". Es ahí donde circunscribe su propuesta.
La idea de crear un grupo parlamentario propio es "una simple propuesta" entre "otras posibilidades", sobre la cual "se estaba reflexionando desde hace ya dos o tres años". El objetivo es tener "voz propia" siempre que pueda en asuntos que atañen a la política navarra. Y recuerda que "ya lo hicimos, cuando cedimos nuestros parlamentarios a Coalición Canaria para crear un grupo parlamentario propio".